Sigue el circo: PP y PSOE se la envainan. Unos por el chiringuito y otros por la gente.
¿Qué queremos, panem et ciercensis? Pues pan no creo, pero circo vamos a tener por un tubo.
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Por ejemplo el PP aplaude el Concierto Vasco y su blindaje [-->]. Se ha reunido con Urkullu, ese que prefiere que los campeonatos de fútbol los gane Rusia. Y ha salido encantado el tío. "Es muy fácil hablar con Urkullu" -dice. Supongo, lo mismo hasta sabe hablar en castellano, y lo hace cuando le interesa. Lo que no nos dice el payaso del PP es de qué han hablado, aparte de las flores a esa herencia medieval en forma de concierto, resto de fueros absurdamente arcaicos, cuyo único sentido hoy es tratar que los que quieren que España pierda estén contentos. Sin conseguirlo. Así que todos jodidos, menos Rajoy. Y Urkullu, que también ha salido contento. ¡Toma, no!Por lo demás no hay ni un solo tema ni acuerdo que conozcamos. “Es importante dialogar, hablar, escuchar y defender el interés general”. Sí, el interés general que tenemos todos los españoles para que la payasada nacionalista pueda sentirse la niña bonita del baile, por la vía de vender en Vasquilandia que nos escaqueamos de impuestos, a costa de los demás. Interés general.
Mírale en la foto, qué contento está. Algún Arriola le dijo que sonriera todo el rato, porque a ZetaPenco le iba muy bien con la sonrisa en permanente. Así que Don Pinpon se prendió una sonrisa falsa, más a menos al tiempo que el iluminado se calzaba una cara seria, igualmente impostada, que le hace a niño tonto. Y con un resultado bien similar. Es el circo.
Como circo es lo que pasa con el PSOE, esta vez en su versión PSC. Tras negarse, y resistirse con uñas y dientes a que en Barcelona se ponga una pantalla pública para ver al equipo nacional de fútbol, al final se la han tenido que envainar por la presión de la gente [–>]. No sé qué es peor. Si las fobias y tejemanejes del PSOE, o la elección del personal sobre qué es lo que quiere, y por qué está dispuesto a ponerse serio.
Ahora va a resultar que lo malo de un PSOE prohibiendo la idea de España en Cataluña y en Vasquilandia, solo es porque te puedes perder un partido de fútbol con ambiente. Y no porque estén creando fronteras interiores, a la medieval, con el cirio de las lenguas, el cristo de las leyes de taifas, un enfoque autárquico digno de Franco, y la mamonada subnormaloide de azuzar el más barato y aldeano de los sentimientos identitarios localistas.
¿Circo? ¡Pues a disfrutar! El sábado hay más, en Barcelona. Y el domingo también.
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