Nuestra colonia catalana
Yo no estoy seguro de si ser nacionalista catalán, y ser imbécil, son dos cosas que van inevitablemente de la mano; pero lo parece.
Debe estar de moda, entre ellos, referirse a la selección española como la “de los españoles”. Me niego a entrar en sus retorcidos vericuetos mentales, pero el caso es que hay cierta trifulca al respecto [–>]. Por ejemplo, en un programa de Catalunya Radio se ha producido una discusión en antena:
Pedro Escobar a su colaborador Pere Artigues:
- "Escúchame una cosa, es triste que te tenga que decir yo esto, pero si dices los alemanes, di los españoles. Si dices la selección alemana, di la selección española, pero me pone de los nervios que digas la selección de los españoles".
- "¿qué te gusta más, que diga la selección española?"
- "No, que seas normal"
Bueno, Escobar vive en Cataluña, y debería saber que eso es demasiado pedir. Pero lo que más me ha apasionado son los comentarios que cuelgan de la noticia en e-noticies [-->]. La repetición constante, por parte de los nacionalistas, de que se trata de un caso de colonización. De Cataluña por España, se entiende, y también supongo que debe de entenderse que eso lo explica todo.¿Les habrá entrado complejo de pobrecitos tercermundistas colonizados por una potencia Europea? ¿Aborígenes o algo así? Pues mejor sería que les entrara complejo de tarados mentales, si son capaces de sostener esa cretinez. Y las repeticiones dan a entender que se trata de una cantinela muy extendida entre nacionalismo catalán.
Son una colonia, vaya por dios. Y tan tontos como para no ser capaces de pensar por sí mismos lo que dstingue, en los casos de colonización, la colonia de la metrópoli. Por ejemplo, en lo económico, mandar a la metrópoli materias primas y recibir productos elaborados. Y recibir élites profesionales y administrativas para dirigir el país. Y en lo político se distingue por no poder los colonos intervenir en las decisiones de la metrópoli, o presentarse a presidente, mientras que los metropolitanos sí deciden sobre la suerte de la colonia, y suelen ocupar los cargos superiores del sistema político administrativo. ¿Es ese el caso de Cataluña? Si ellos lo dicen, así será. Nadie mejor para saberlo.
Hay que ser bien imbéciles para dedicarse a repetir en plan lorito un argumento que no compraría ni un niño baboso. Y hay que tener falta de orgullo, y de vergüenza, para tratar de inspirar lástima haciéndose pasar por pobrecitos tercermundistas.
Estamos a punto de llorar, sí, pero de vergüenza ajena.