Un ejército de cuchufleta para un país de TBO
Tal vez el motivo real de nombrar a la ministra embarazosa no era tocar los cataplines a los militares con una jefa pre mamá. O batir récords de progresía a cuenta de los milicos. Tal vez, según ahora vemos, se trataba de una profunda y sincera preocupación por la educación de nuestros ejércitos. Por su incorporación definitiva a Zapaterilandia, reserva moral del orbe.
Para entenderlo, probablemente lo mejor sea fijarse en el gremio de la educación secundaria, que siempre es avanzadilla de la cultura oficial. Cuando todavía se discutía el espíritu LOGSE (ya no hay discusión), el argumento final, definitivo, de la progresía, para quitarse de encima molestas antiguallas como el fomento del esfuerzo y de la búsqueda de la calidad, consistía en un curioso adjetivo descalificador:
-¡Eso es resultadismo!
-¿Mande? ¿Buscar resultados es malo?
Malo no; peor. Porque el progresismo, pese a lo equívoco del término -que parece un resultado (progresar), es básicamente una opción moral normativa. No se trata de conseguir algo, sino de ser bueno y cumplir las normas y actos que lo demuestran. Y así, la escuela no pretende impartir conocimientos ni capacidades, sino crear grey tocada por la gracia del espíritu adecuado. El Opus, con todo lo peligroso que parecía, no era más que una pandilla de bomberos torero si lo comparamos con este horror.Les faltaba el ejército. Y resulta que no pusieron allí a Chacón por la hermosa alegoría de su aparatoso embarazo. Ni por haber destacado en la defensa del que se cagaba en la puta España. Ni por ser antimilitarista, o directamente anti-ejército. Eso es no conocer a los frailes de la nueva moral total. No tienen nada contra el ejército ni contra las armas, ni mucho menos contra la violencia. Que le pregunten a Currin si le exigen las armas a ETA, o si prefieren pensar que se trata de zulos para guardar “cosas”. No; los nuevos frailes -perdón y frailas, no tienen nada contra el ejército, ni siquiera contra España. Solo odian a España si es puta. O no creyente, inmoral. Y al ejército, solo si no es una rama más de la ética pública verdadera.
Pero están aquí para cambiar las cosas, y esa era la razón de la tripa militar de Chacón. Poner la adecuada capa de moralina espiritual por encima de liderazgo, organización, táctica, estrategia, ingeniería, y otros resultadismos.
- Principios, valores y objetivos de la Alianza de Civilizaciones
- políticas medioambientales
- políticas de igualdad de género
La tierra es del viento.