El negacionista que abrazó la fe.
Está la tropa calentóloga encantada diciendo que una de las mayores furias negacionistas se ha pasado a su bando. Bjorn Lomborg. Y lo sacan en procesión por todos los medios. Lástima que, siendo alarmistas, no se preocupen por la realidad. O los datos.
El Mundo, látigo de herejes, lo pone así:
El mayor 'climaescéptico' admite ahora la gravedad del calentamiento global
--EL Mundo (y otros) pone eso sin haber leído las obras anteriores de Lomborg, y sin haber leído la próxima, que da lugar al titular. Es verdad que ha cambiado de opinión, pero no es verdad que fuera “climaescéptico”. Era, como mucho, “econoescéptico”. Le parecía absurdo el planteamiento económico.
El Mundo (y otros) hacen gran fanfarria en contarnos que ha cambiado de opinión, lo cual es cierto. Pero no se molestan en contarnos cual es la opinión que ha cambiado exactamente, y mucho menos en decirnos las razones en las que se basa ese cambio de opinión. ¿Las hay? ¿Son de peso? ¿Algún dato nuevo para pensar ahora, y no en 2006, que el cambio climático es un problema muy grave? Ni idea. Habrá que esperar a que salga el libro, porque en las entrevistas previas ni dice ninguna. Así que, de momento, una opinión sin razones no es más que una opinión gratuita.
Lomborg es economista. ¿Es razonable pensar que el “mayor escéptico del cambio climático " fuera un economista, y por tato no especialmente preparado para entender cómo funciona y cómo cambia el clima? Para El Mundo (y los demás) sí. Debe contar más Lomborg que los Lindzen, Chisty, Spencer, Pielke, Misolkzy, Jaworovsky, Abdusamatov, Shaviv, et al, todos ellos doctores expertos en la cosa.
Que siga el circo. Cuando salga el libro, trataré de contaros en qué se basa Lomborg para cambiar de opinión. Las razones. Seguramente El Mundo (y otros) no lo hará. Les mola más la opinión gratuita. Antiguamente se consideraba que la opinión sin razones era propaganda, y no información.