12 de octubre, con retraso. La curiosa obra de tres vascos.
Puede que solo sea una (otra) laguna cultural mía, y que todo el mundo lo sepa. Pese a la insistencia de los vascopitecos en que todos somos nacionalistas de algo, siempre me han dado pereza las celebraciones patrias. Las de cualquier patria, incluida la mía. Así que nunca me ha dado por averiguar de dónde salió la celebración del 12 de octubre, y esos nombres pereza de “día de la raza” y “día de la hispanidad”.
Pues bien, vienen curvas. No es un invento español, ni mucho menos de Franco de Nuestros Males. Y además, si hay que señalar tres figuras relevantes en el caso, los tres son vascos.
Hipólito Yrigoyen, presidente de la Republica Argentina, era descendiente de vascos, como su nombre indica. Instauró la primera celebración oficial del 12 de octubre.
Con fecha 4 de octubre de 1917, el Gobierno de la nación argentina, con la firma del presidente y de todos los ministros, declaró fiesta nacional el 12 de octubre, dando estado oficial a la afortunada iniciativa particular nacida dos años antes en una Casa Argentina. [-->]
En el decreto del Gobierno Argentino no se menciona el Día de la Raza, que es como se había nombrado cuando surgió la idea en la Casa de Argentina en Palos, a instancias del cónsul argentino en Málaga, en 1915. Pero el nombre sí se extendió pronto, y tuvo popularidad.Y aquí llega nuestro segundo vasco, que, como el tercero, lo es de nacimiento.
... tiene algo de matiz peyorativo para las demás razas del mundo el que nuestra supuesta «raza» no se llame «esta» o «aquella» raza determinada, sino precisamente LA RAZA por antonomasia.No es necesario insistir más para ver las razones que me movieron a escribir que me parecía «poco feliz y algo impropio» el nombre puesto originariamente al Día de la Raza.
Así que Zacarías de Vizcarra [-->], cura vasco afincado en la Argentina, natural de Abadiano (Vizcaya) y vascoparlante, buscó un término más adecuado. Y dió con el de Hispanidad.
El concepto de la «Hispanidad» no incluye ninguna nota racial que pueda señalar diferencias poco agradables entre los diversos elementos que integran a las naciones hispánicas. Es un nombre de «familia», de una gran familia de veinte naciones hermanas, que constituyen una «unidad» superior a la sangre, al color y a la raza de la misma manera que la 'Cristiandad' expresa la unidad de la familia cristiana, formada por hombres y naciones de todas las razas, y la 'Humanidad' abarca sin distinción a todos los hombres de todas las razas, como miembros de una sola familia humana. Es una denominación que a todos honra y a nadie humilla.
Por sí solo don Zacarías no tenía tanta influencia. En 1926 publicó en Buenos Aires "La Hispanidad y su verbo", proponiendo el cambio de denominación para la celebración. Y la idea fue recogida con entusiasmo por el embajador español en Argentina, el tercer vasco del cuento.
Ramiro de Maeztu consiguió extender ese concepto de la hispanidad, y su uso en los actos del 12 de octubre en los países hermanos. También escribió, como se sabe, "Defensa de la Hispanidad".
Y esta es la historia, no se si más o menos conocida. Que se la cuenten a los vascopitecos. Y que se olviden con la misma velocidad con la que olvidan dónde nació este lengua que tan estúpidamente consideran "impropia".
--Fuentes:
Horacio Vázquez Rial:
Zacarías de Vizcarra: