¿De donde viene el viento?
La teoría clásica (el consenso) supone que de diferencias de temperatura en el aire. El aire, si se calienta, se expande, pesa menos, y asciende. Es una idea aceptada desde hace unos 300 años. Pero ahora hay unos científicos rusos, con Anastassia Makarieva y V.G. Gorshkov a la cabeza, que lo planetan de una forma diferente. Para ellos, la parte de león del proceso se debe a diferencias de presión creadas por la condensación del vapor de agua en el aire. Un aire humedo, si empieza a condensar humedad, pierde gas (hay menos gas en el mismo volumen de aire), y por tando presión. Con menos presión asciende. Pero según asciende, se enfría, y se produce más condensación, mayor pérdida de presión, y mayor ascenso. Todo ello sin intervención, o independientemente del gradiante de temperatura horizontal del aire. Parece la perfecta explicación de un cúmulo-nimbo, o de una borrasca entera.
En realidad propusieron la idea en 2009 como explicación de los huracanes, Condensation-induced kinematics and dynamics of cyclones, hurricanes and tornadoes, que según ellos no se pueden explicar con diferencias de temperatura. Y ahora la han generalizado para otros procesos atmosféricos, Condensation-induced dynamic gas fluxes in a mixture of condensable and non-condensable gases.
Lo que han hecho es publicar sus trabajos y ponerlos en la red, pidiendo a otros científicos que discutan el planteamiento y las fórmulas. Un ejemplo bien interesante de discusión con Makarieva está ocurriendo en The Air Vent [–>].
La tesis tiene repercusiones notables. Parece que, como proponen en su página web [–>], los bosques serían un factor fundamental de regulación del clima, por su notable capacidad de inyectar humedad en el aire, y con ello producir vientos del mar a la tierra. Le llaman “bomba biológica”, y se puede ver una explicación pinchando en el dibujito.
Tambén se me ocurre pensar que los modelos de los climatólogos iban a quedar un poco mal parados, si Makarieva y Gorshkov resultan estar en lo cierto.
Y el caso es que, a botepronto, intuitivamente, da la impresión de que esa idea de la diferencia de presión por condensación, puede explicar mucho mejor que la temperatura, las tremendas fuerzas y aires ascendentes que se despliegan en los cúmulos y las borrascas, por no hablar de huracanes. Si sus fórmulas están bien, que ya se verá. Veo que están consiguiendo algunos entusiastas.
Y esta es la historia.