¿Cómo se le explica a un asno?
La economía verde representa un gran potencial de futuro.Y esa es la pregunta, ¿cómo se le explica a un asno que producir lo mismo por más precio no es un potencial, sino una desgracia? Se podrá discutir si es necesario por otros motivos, ecológicos, geopolíticos, lo que sea. Pero no se puede discutir que no es un “potencial”, sino una pérdida. Necesitas más capital para conseguir lo mismo. El capital no es ilimitado, para sorpresa de Aguilar. Y el resultado es que con el mismo capital, produces menos cosas y servicios. O dicho de otra forma: si necesitas emplear a más gente para producir la misma energía, estás empobreciendo el país. Y si no necesitas emplear a más gente, o no abaratas la producción, no hay yacimiento de empleo. Potencial negativo, vulgo: desgracia.La ministra ha recordado que hay que dirigirse hacia una nueva economía basada en principios ecológicos y que produzcan nuevos yacimientos de empleo verde y que se tiene que invertir en esa economía verde. [–>]
¿Donde tienen el ejemplo de que producir por mas dinero provoque “yacimientos de empleo”? ¿En la URSS? ¿Todavía no se han enterado de que no funcionó? ¿En Cuba? ¿Están de coña? ¿Tampoco saben que California, lo más verde de todo el verderío, está en quiebra, y con el mayor paro de su país?
Si el esquema funcionara sería chupado. Es muy fácil poner trabas administrativas para que las cosas sean más caras. Puedes obligar por ejemplo a que las mercancías paguen portazgos en cada ayuntamiento por el que pasan, y ya verás como se consigue el prodigio de tener lo mismo, por más dinero. El truco es viejo, y en la Edad Media era universal. Lo que nadie le había visto a la Edad Media, hasta doña Rosa, es el “potencial”.
Si no lo puedes decir con números, es mentira. Y la palabra “verde” no hace que cambien los factores económicos que favorecen los yacimientos de empleo, o los desiertos de empleo. Pero nos empeñamos en dejarnos gobernar por unos melones que se ponen campanudos soltando chorradas como “nueva economía”, “potencial”, o “yacimiento de empleo”, y así nos va. La tierra es del viento. Pronto, ni eso.
La primera frase conocida de la nueva ministra le hace merecedora de un premio: