UPyD: la verdadera cara del proyecto de Rosa Díez.
Un artículo en El Imparcial, de …
Francisco García y Álvaro Ballesteros
... ex responsables de Defensa y política Exterior del partido. Su experiencia y diagnóstico coincide plenamente con lo que describe Mikel Buesa, ex responsable de Economía del mismo chiringuito. Y, modestamente, con la experiencia y diagnóstico de este que os castiga a diario con sus faisanes y otros cambios de clima.Pongo el inicio, y el enlace, para vuestro propio juicio:
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La mayoría de ustedes ya conocen la historia de UPyD, o más literalmente: el partido de Rosa Díez. Ya saben lo que ha pasado desde 2007 y hay muchos que se preguntan por qué ese partido no levanta cabeza: un diputado en el Parlamento vasco, una diputada en el Congreso de los Diputados, y un diputado en el Parlamento Europeo. Mucho discurso retórico, populista, y muchas más historias y rumores de ruptura, de abandonos sonados, de ataques inverosímiles entre afiliados, de decepción y engaño por parte de la Dirección.
Nosotros, Francisco García y Álvaro Ballesteros, nos conocimos a principios de 2008 después de habernos afiliado a UPyD en 2007, ilusionados por poder trabajar junto a otro montón de gente de todo el país por lo que creíamos era una historia de regeneración democrática y futuro. Francisco García fue el encargado de desarrollar la política de UPyD en el área de Defensa (al tiempo que Rosa Díez era portavoz del Grupo Mixto en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados), y Álvaro Ballesteros, el encargado de coordinar desde su inicio, la política Exterior del naciente partido. Ambos redactamos las secciones en estas materias (y en otras), del programa de UPyD para las elecciones Generales de 2008, y juntos creamos en 2009 el programa con el que el partido se presentó a las elecciones Europeas de ese año. Escribimos múltiples artículos, colaboramos con muchísima gente, viajamos por el país reuniéndonos con unos y otros en campañas electorales y aprendimos mucho de muchos. Encontramos un montón de gente buena e interesante, con motivos e ilusiones similares a las nuestras; y encontramos también un montón de gente amarga con historias en nada similares a las nuestras, cuyo objetivo era medrar en la política a toda costa, para lo cual se habían fabricado un partido a su medida: ya solo necesitaban votantes fieles, no militantes comprometidos y críticos. Una regeneración democrática, pues, hecha por y para políticos profesionales (unos nuevos y otros muy antiguos), aplaudidos por una masa ilusionada de ingenuos idealistas y, cómo no, de segundones interesados venidos de otros partidos y que buscaban así una posibilidad de “regeneración laboral” en primera persona. “Heroicos regeneradores de la democracia” que encontraron en el apaño con Rosa Díez la vía para evitar el ocaso de su carrera política, al tiempo que ofrecían la coartada para hablar de transversalidad en el nuevo UPyD. Una transversalidad tan retórica y vacía de contenido como el resto del equipaje del partido.
Hizo falta algún tiempo, convivencia y comunicación para darnos cuenta del negocio político que se estaba fraguando por y para los socios de honor de ese Club dirigido por el triunvirato con nombre de diputada. La historia de Rosa Díez, Carlos Martínez Gorriarán y Luis Fabo, el triunvirato todopoderoso, es la historia del “más de lo mismo” que Zapatero descorcha cada mañana en sus ensueños de Peter Pan. La banda de los tres (y sus siervos feudales en cada región) dirigieron el partido desde el primer día basándose en una severa y autoritaria desconfianza hacia todos aquellos que realmente dimos forma al tinglado con nuestra participación e ilusión, esfuerzo, tiempo y dinero. Estos tres nuevos dioses del Olimpo jugaron con las ilusiones de muchos y dejaron en el vacío a los miles de españoles que necesitaban, para seguir sintiéndose ciudadanos de derecho, la aparición de un proyecto nuevo que aportase una dinámica renovadora a la gastada realidad política española.
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Gracias a José María, por enviarlo.