Regata El Gallo 2010
Por cambiar de temas, y como el fin de semana pasado os gustaron unas fotos de un paseo por el abra, os traigo más imágenes. Es la regata El Gallo, que tiene la gracia de salir aguas arriba del Puente Colgante, con 76 barcos en esta edición.
Nota erudita: llamo barcos a lo que antes se llamaba “yates”, porque no sé cómo llamarles. Ahora “yate” es un cajon de lujo que tira humos con olor de gasofa, y suele tener grifos de oro, y pijadas similares. Antes se refería a velero de recreo, independientemente del tamaño o precio. Pero entre los primos de El Pocero, y los periodistas, han usurpado el nombre para los horribles cajones con pretensión de hotel. Un contradiós, porque los cajones de espanto son en realidad incomodísimos: para estar cómodo, es mucho mejor una buena casa, y para jugar al golf, un campo de golf de verdad. Pero si hay que dar la nota, entonces nada como un incomodísimo chaletito flotante, donde hay que conformarse con un minigolf, y más bien pequeño.
Erudición aparte, nadie le llamaría “yate”, en un periódico de hoy, al balandro correoso y de honorable currículum que alojaba a vuestro humilde corresponsal:
Esto es, obviamente, antes de salir. Las fotos son malas, porque vienen de una tableta de bolsillo, y no de una máquina de fotos. Y, además, a salto de mata, cuando no se daba cuenta el maldito patrón, que no es muy partidario del espíritu de turista a bordo.Pero esto es lo que hay. El lunes tal vez ponga fotos mejores de nuestro corresponsal en el Puente Colgante, que también lo teníamos.
Los veleros, subiendo la ría a motor, dirigiéndose a la salida.
Aquí ya han rebasado el puente colgante, y se están dejando caer hacia la línea de salida, no lejana:
Actualizo, con una foto sacada de este hilo [–>] de La Taberna del Puerto. No estábamos en esta “tangana”, sino en otra similar, algo más adelante.
Y aquí una bonita perspectiva, poco después de la salida, en una foto de El Correo.
… los que van por delante …
Y así se acaba este cuento fotográfico. Total, segundos en la clase, que no está demasiado mal.