Malthusianos y progres.
También se puede despolitizar la discusión y elevarla a un plano más general. En la línea del artículo que señalé de Alberto Gómez Corona [–>], que motivó poco a la peña, y en la línea también de este post de Matt Ridley (The strange lack of limits to growth –>), del que saco este cuadro:
Lo que muestra el cuadro es que, hasta el momento, y contra lo que parece decir el sentido común, cuantos más humanos ha habido, más riqueza per cápita ha habido. No nos habla de unos recursos (hasta ahora) limitados, y que cuantos más somos hay que repartir lo mismo entre más, sino justo lo opuesto.
¿Y eso cómo puede ser? Pues porque al contrario de lo que pensaba Malthus, el concepto "recurso" cambia con el tiempo y según avanzan los conocimientos. No hay que olvidar que Malthus era un clérigo. Y que los curas, progres, y similares, son gente obsesionada por decirte lo que tienes que consumir (y lo que no), y lo que tienes que pensar. Y aunque se llamen "progres", tienen la curiosa idea de que el mundo no puede cambiar, salvo que sea a peor. También son gente obsesionada por repartir lo que hay, sin darse cuenta de que "lo que hay" es algo que cambia. Por ejemplo, en la Edad Media, el "recurso" principal era la tierra cultivable. A nadie se le ocurría que un sitio como Suiza, o Suecia, pudieran llegar a ser países ricos. Y de Finlandia, ni hablemos. En la revolución industrial el recurso principal eran los minerales, y nadie valoraba el subsuelo de la Península Arábiga. Y no hay forma de saber qué es lo que consideraremos "recursos", mañana; con lo que se hace difícil que hoy estemos consumiendo algo que muy probablemente no valoramos, porque no sabemos usar.
Pasa lo mismo con las antirecursos, los desperdicios. Según cambia la tecnología, y los recursos, también cambian los desperdicios (la contaminación). Por ejemplo, hacia 1900 se preguntaban cómo se podrían deshacer en ciudades como Nueva York de la caca de caballo 50 años después, si la población y los equinos seguían creciendo al ritmo que llevaban. Y se imaginaban enterrados en una montaña de estiércol. ¡No es "sostenible"!. Pero mucho antes de que pasaran 50 años el problema había desaparecido, porque el sistema de tracción había cambiado.
Hay un contradiós aquí. La progresía está empeñada en cambiar al hombre, al que nunca se ha visto cambiar. Y están empeñados en no ver que la tecnología sí cambia, a pesar de las evidentes pruebas que hay. Sin embargo, todas las previsiones apuntan a que la población se estabilice en unas décadas hacia los 9.000 millones, pero a nadie sensato se le ocurre que la tecnología se vaya a estancar. Es un problema de soberbia, en el fondo. Pensar que se puede cambiar al humano, o el clima, y pensar también que ya sabemos todo lo que hay que saber. Mucha soberbia, y, tal vez, poca perspectiva.