¿En qué manos estamos?

La corrupción, en países más sutiles que España, no consiste siempre en meter directamente la mano en la caja. Es más sibilino, por ejemplo, crear una moral por la que un evidente conflicto de intereses deja de serlo, porque ambos intereses son “el bien”. Y “el bien”, por definición, no puede tener un conflicto con el bien. Voy a poner un ejemplo perfecto.

En este momento hay un escándalo formidable en Inglaterra a cuenta de la oficina meterológica pública, el Met Office. Y no es algo que afecte sólo al Reino Unido, puesto que el Met Office es uno de los organismos que controlan la temperatura global del planeta, a cuenta de lo del “cambio climático”, y el favorito del IPCC. También tiene la mayor computadora de Europa dedicada al clima, y una de las mayores del mundo. Y con ella nos anuncian el achicharramiento inmediato si no pasamos por el aro de las políticas que proponen.

El escándalo es que en las predicciones estacionales de los últimos años, siempre anuncian un invierno templado (cálido para invierno), que es lo que procede con la teoría del fin del mundo por el CO2. Con la misma supercomputadora. Y llevamos tres inviernos seguidos que son récord de frío en las Islas Británicas, el último batiendo marcas de más de cien años este diciembre. El Met Office ha pasado de ser una institución de la que los británicos se sentían orgullosos, a un chiste nacional hace dos años, un desastre nacional hace uno, y un escándalo nacional desde hace un par de semanas [–>].

La sutil corrupción a la que me refería consiste en que desde 2006, el presidente del Met Office es nada menos que el ejecutivo principal de World Wide Fund for Nature en el Reino Unido (WWF - UK). La principal organización activista de la propuesta de demonización del CO2. Por si quedaran dudas, Robert Napier, el nota, dejó muy claro en el momento de su nombramiento que las organizaciones científicas no están para averiguar si una teoría se corresponde con la realidad, sino para modelar un futuro que se corresponda con la preocupación de la que vive WWF:

It is a great privilege to take up this position at such a key institution which does excellent work forecasting the weather and, through the Hadley Centre, modelling the increasingly concerning impacts of climate change [-->].

¿Fácil, no? Contamos una película de buenos (ecologistas) y malos (la industria). Y a partir de ahí dejamos todo lo público en manos de los buenos, que nos van a salvar. Y si resulta que los buenos se agencian una vidorra a cuenta de la teta pública (tu sudor), no deja de ser lógico, ¿no? Después de todo están haciendo el bien. Solo hace falta que nos olvidemos convenientemente de que son ellos los que han definido el bien, y lo han "probado" con los modelos de las super computadoras que han comprado con tu sudor.

Colorín, colorado …