Sin El Faisán no somos nada
Sin El Faisán, o El Veraz, o Ruby - o llámele usted como quiera, no somos nada. Es lo que dice Rubalcaba, cuando se quiere quitar de encima las preguntas sobre el chivatazo / colaboración de su ministerio con ETA.
Rubalcaba ha vuelto pleno de ironía. "¿Qué haría usted sin mi los miércoles?", se ha preguntado. "Como la canción de Amaral, sin ti no soy nada"Bien cierto, faisán. Es muy posible que si ti el GAL se hubiera acabado mucho antes, produciendo menos asesinatos. Tampoco fue manca tu contribición en la época para negar la corrupción galopante y generalizada. Que hubiera sido, sin ti, de Malesa, Filesa, o Time Export. O de Ópera - la de los bisones en la nevera, Mariano Rubio -el de la mano en el fuego, o Roldán - el que se llevaba los fondos de la Guardia Civil mientras se fotografiaba en calzoncillos luminosos.
Bah, cosas del pasado. Más interesante es el presente. ¿Qué haríamos en el presente si Ruby no hubiera atacado furibundo al gobierno, aprovechando el atentado más brutal jamás cometido en suelo europeo? Los españoles no se merecen un gobierno que les mienta, afirma el señor de los “zulos para guardar cosas”, y de “las pistolas para no usarse”, y de “está comprobada la voluntad de abandonar la violencia”… ¡pum! Porque el faisán, ya lo sabemos, sólo es un pájaro más o menos llamativo, y detrás de él no hay nada. Tras él, no hay más de lo que había cuando el no terrorismo de estado, o la no corrupción de la época González. O el ya sabemos todo lo que hay que saber del 11M, aunque sólo sepamos el nombre de uno de los 12 asesinos, y ni siquiera tiene pinta de serlo. No hay nada más tras el faisán que lo que había cuando la no negociación con ETA. Lo mismo que tras la no guerra con Libia lo que hay es sólo una no guerra, obviamente.
Tiene razón El Veraz; ¿que seríamos sin él? ¿Acaso un país que no pareciera como gobernado por el Don, Ruby? ¿O tal vez un país donde no se puede sospechar que hay policías, y gobernantes, que colaboran con los terroristas? Y no quiero ni imaginar la nada que sería esto si en nuestros ayuntamientos no estuvieran los tentáculos de los asesinos.
Sí, Rubalcaba: sin ti no seríamos nada. ¡Quien lo pillara!