Y liberamos París
Álvaro Ballesteros
En su blog:Francia, agosto de 1944. “Mon General, hemos tomado París”, exclamó Leclerc con voz emocionada en el teléfono de campaña, hablando directamente con De Gaulle. “Fantastique, Jacques-Philippe, ¿se ha entregado ya el cabrón de von Choltitz?”, replicó con la misma emoción el mismísimo De Gaulle. La rendición del alemán, gobernador militar del París ocupado por los nazis, era toda una victoria histórica para el General francés. “Sí, mon General, se acaba de rendir a los españoles de la compañía de Dronne”. “¿A los españoles? ¿Los del regimiento del Chad?”. Se hizo un breve momento de silencio en la comunicación entre los dos Generales galos. “Con dos cojones, Jacques-Philippe. Ahora a por Berlín”, exclamó De Gaulle, provocando la sonrisa de un Leclerc tan sobrio como valiente. “Ahora a por Berlín, mon General”.
Los espagnols del Capitán Dronne, los de la novena compañía del tercer regimiento del Chad, de la segunda división acorazada francesa. Los republicanos huidos de España tras la victoria del General Franco en la Guerra Civil que asoló la piel de toro de 1936 a 1939. Esos 350 tíos curtidos en batallas como las de Guadalajara, el Ebro y Madrid. Precisamente, los nombres de combate de los tres blindados M2 con los que entraron en París, junto a los tres tanques Sherman del Capitán Dronne, a los que los franceses habían bautizado como “Montmirail”, “Romilly” y “Champaubert”. Anarquistas, comunistas, socialistas católicos y un puñado de republicanos de derechas. Catalanes, aragoneses, madrileños y vascos: tres centenares y medio de soldados valientes que se habían unido al mosaico de tropas comandado por Leclerc en la campaña para liberar Francia y Europa de manos de los ejércitos de Adolf Hitler.