Los verdes lloran: cual ha sido el error?
Judith Curry es siempre muy provocativa (el el sentido de proponer puntos interesantes de discusión). Probablemente en parte ocurre porque padece una circunstancia muy especial: es la hereje expulsada del consenso (por preguntar), pero quiere seguir siendo del consenso. Es su cultura; ella sigue siendo en buena parte progre, y cree en cosas como lo saludable del consenso, y que la gente puede dedicarse a comportarse bien y ser razonable, si se le explica adecuadamente. Pero por otra parte ha dejado de ser progre en no pequeña medida, y ha comprendido que “comportarse bien” es atenerse a unas normas universales (p.e. el método científico y la razón), y no el formar parte de un grupo. También ha comprendido que no hay consenso que pueda saltar por encima del método.
Está en un lío. Quiere que los suyos (el consenso) se reconduzcan y se comporten, y trabajen junto a los escépticos en bien de la ciencia (el conocimiento). Y que se pongan de acuerdo en lo básico necesario para poder trabajar juntos. No deja de buscar recetas a ese respecto. Pero yo creo que no comprende que está pidiendo que los progres dejen de ser progres; y entonces, en toda su buena voluntad, y sin comprenderlo, está pidiendo el suicidio (figurado) del consenso.
Inteligente es de sobra, y por eso le salen planteamientos provocativos. El último se llama …
Examina un llorar de los verdes que está observando últimamente. ¿Cual ha sido el error? -se están preguntando. Tras la elección de Obama, parecía evidente que el triunfo del verderío y la salvación del plantea eran un hecho. La legislatura empezó viento en popa. Las leyes sobre clima parecían imparables y USA iba a tomar el liderazgo del mundo en el combate contra el CO2. Sin embargo, a mitad de mandato todo está atascado y en peligro, los republicanos se han hecho con más de media cámara, y el escepticismo sobre el fin del mundo por achicharramiento global, en vez de haber desaparecido crece como la espuma. ¿Qué ha pasado, qué ha ido mal?Nos trae ejemplos de esta línea de pensamiento:
- Matt Nisbet’s analysis (discussed on this previous thread)
- A recent article in The New Republic entitled “The blame game,” this quote sums it up: ”What the hell went wrong?“
- Greenfyre’s perspective: it seems that few people read Greenfyre, but it is representative of the genre and more literate and entertaining than most.
- And in terms of scholarship, this latest issue in the Sociological Quarterly.
- Andrew Revkin
- Randy Olson
También alegan, con la típica ceguera progre, que la comunicación alarmista ha sido demasiado “cerebral” y poco emotiva. ¡Joder! ¿Les volvemos a poner los vídeos con niños que estallan, repartiendo la sangre y las vísceras por el aula? O dicen, en el típico elitismo progre, que el mensaje es demasiado complejo para el vulgo. Sin darse cuenta de que el mundo ya no funciona por una comunicación directa de dios a la plebe, sino por capas y horizontalmente. Donde primero tienes que convencer a ingenieros y científicos de otras ramas, y muy cerebralmente, para que el mensaje vaya propserando por capas que se fían de las capas anteriores. Y es precisamente el primer paso el que les fracasó, porque se lo quisieron saltar.
Judy trata de ayudarles a que enfoquen el problema y lo solucionen. Básicamente solucionando la ciencia. A mi modo de ver de una forma absurda, porque para ellos la ciencia nunca ha sido otra cosa que la disculpa para conseguir la política que desean: el control del individuo por el estado.
Cometeré horrible pecado de autocita, y pondré mi propia respuesta:
¿Que qué ha ido mal?
Bueno, pues precisamente el mensaje principal: No hay un debate científico válido. Cuando tu mensaje principal resulta ser una mentira, no tienes muchas posibilidades.
Sí, es cierto; el público general no está muy al tanto de los detalles. Climategate y todo eso. Pero yo creo que sí está teniendo una buena idea sobre es mensaje. Y la pregunta sería, ¿por qué eligieron tal mensaje?
Richard Lindzen lo dijo hace muchos años: llegaron a una conclusión antes siquiera de empezar a investigar. Y el problema es que ahora lo sabe demasiada gente.
Por eso.