No son religiones, pero sí hacen la función.
Es típica la acusación que se suele hacer, desde ámbitos en los alrededores del liberalismo, comparando ciertos dogmatismos con una religión. A menudo, llamándoles directamente religiones. Por ejemplo al dogma que se llama progresismo a sí mismo, al ecolojetismo, la calentología, etc. Y es algo incómodo porque, aunque hay evidentes puntos de contacto, también es indudable que son cosas distintas de la religión.
Por otra parte, los más exaltados de ese mundo que no es una religión - pero lo parece-, ayudan mucho a la confusión. Porque combaten a la religión (sólo al cristianismo) con un ardor digno de frailes perturbados. Muy difícil de entender hoy en día, visto el escaso imperio que le queda al fenómeno religioso sobre el poder político, o sobre la vida de la gente. ¿De dónde sale el ímpetu para acabar con algo de tan poca influencia?¿Y de dónde sale la incapacidad de comprender algo tan simple como que nunca ha existido una sociedad sin religión ()? O, de comprenderlo, entonces lo que demuestran es una alarmante falta de respeto por una circunstancia universal de la humanidad. [() La excepción soviética es demasiado excepción y demasiado breve para hacerle mucho caso]
Y así andaba yo en este dilema de si la cosa progre es / no es una religión, sí, pero no, cuando me encuentro un gran sorpresa en Desde el Exilio, en un artículo / entrevista sobre “arqueología cognitiva”. Una especie de concepto - fuerza.
Merlin Donald:
I have become very interested in traditional religion as the first major formal system of cognitive governance invented by human beings. As such, it was a crucial development in setting the parameters of human social-cognitive regulation.
No tengo la menor simpatía por la palabra "gobernanza" [-->]. Me parece puro newspeak [-->], aunque confieso que no me he tomado el trabajo de profundizar en el significado de la presunta gansada. Si "gobernanza" es lo que el gobierno hace [-->], con "mandar" nos debería de bastar. Pero yo creo que en esta idea de la "gobernanza cognitiva" lo que prima es el matiz de amoldar. Por ejemplo:Jeppe Sinding Jensen, Associate Professor Coordinator of Religion, Cognition and Culture (RCC), Department of the Study of Religion, Aarhus University
RITUALS AS COGNITIVE GOVERNANCE TOOLS
Humans are the only species that (as far as we know) are able to cognize, i.e., to process symbolically mediated normative information. Humans can acquire, produce, distribute and implement social norms and concepts. To be able to do so is to have certain cognitive skills and so be able to use symbols, concepts and norms as normative cognitive tools. Knowing what is right and wrong, pure and impure, etc. is to be guided in cognizing and an aid in predicting probable ranges of behavior in self and others. As a primary cognitive tool, humankind has depended upon ritual for normative cognitive skills and governance. Ritual practice draws on many kinds of objects, and their semiotic properties are used to deploy emotional valence, conative direction and cognitive salience. In the presentation some cases will be presented from the history of religions and from anthropology as tools for further discussion.
Podemos dar el salto a un progre sin matices (y básicamente sin cerebro):Ninguna fe puede imponerse a los ciudadanos. En un sistema democrático caben todas las creencias, pero los valores de ciudadanía son los que deciden libre y responsablemente los que representan a los ciudadanos. (En efecto, Zapatero)
No merece la pena pararse en la irracionalidad de la propuesta (la fe no puede imponerse, pero los valores -una fe- los impongo yo). Me interesa más la novedad. Ningún gobernante, hasta ahora, se hubiera atrevido a proponer algo semejante. Bueno, tampoco es que haya muchos que lo hagan tan crudamente, por suerte los Zapateros no abundan, pero sin duda esa es la idea que subyace en el mundo progre.A nadie se le había ocurrido hasta el momento que los gobernantes decidieran los “valores”. Los valores surgen de otro sitio, por ejemplo la religión, la tradición, el marxismo, lo que sea; pero no del gobierno. Y ni siquiera es una propuesta progre convencional. Para ellos los valores también son externos al gobierno, aunque sean sus propios valores. Multiculturalismo, pacifismo, ecologismo y tal. En realidad la idea zapatera no es decidir los valores entre todos los imaginables, sino cambiar unos por otros.
Gobernanza cognitiva. He ahí el punto de contacto, y por tanto de conflicto, entre religión y progrez. Que, en efecto, no es una religión, pero sí hace su principal función. O pretende.
Quitemos los valores morales o sentimentales a la idea de gobernanza cognitiva. Y vemos que es una herramienta. Presumiblemente imprescindible a juzgar por su universalidad. Y normalmente desarrollada, filtrada, y seleccionada a lo largo de siglos, en función de su eficacia. Pero ahora tenemos a los progres tratando de decidir cual ha de ser esa gobernanza, los valores que nos ahormen. Para usarlo a su conveniencia, por supuesto. Y el único impedimento que tienen, los liberales, no se han dado cuenta de la jugada, y no están luchando en la guerra que es. La libertad es un “estado”, no es un sistema mayoritario de valores. Y lo de mayoritario es clave, como cuando la gente tiende a usar, por ejemplo, el mismo software que usan los demás, buscando la compatibilidad. Por eso ganan los progres.
Y ya que hemos llegado hasta aquí, un ejemplo muy bueno, y de actualidad, que muestra cómo un conjunto de argumentos irrefutables jamás le puede ganar a un sistema de valores que rema a favor de corriente. El ridículo panfletito de moda de Stéphane Hessel: