Cuba, cárcel; amor de progre y de PSOE.
Hay anécdotas que hacen de definición. Parecen el detalle marginal, y sin embargo son la llave que lo explica todo.
Al lado de los encarcelados y torturados en Cuba, el problema de que a Yoani Sánchez (@yoanisanchez) no le dejen viajar fuera de su país parece como de risa. Pero fíjate en España. Comparado con el atraco del dinero del paro a través de los EREs de Cháves, o la traición y ayuda al terrorismo de Faisán El Veraz, lo del canon de la SGAE es una chorrada. Pero resulta que el canon es algo que la gente ve, y entiende. Y ese es también el caso de Yoani Sánchez.
Todo el mundo entiende el concepto de una chica que trabaja en informática y se enrolla en las redes sociales de internet. Se parece demasiado a lo que hacemos todos, incluso los votantes del PSOE. Y no hay votante del PSOE que no entienda un mensaje Yoani tan simple como este, salvo que chupe del corazón de la mamandurria.
¿A que se entiende a la primera?No hay un solo argumento para justificar por que los cubanos no podemos entrar y salir libremente de nuestro propio pais
Y lo peor es que no sólo se entiende, sino que se ve. ¡Vaya que si! He comparado los números de la gente que está conectada con Yoani Sánchez en Twitter, y la que está conectada con personajes señeros de la política y la información en España. Y la diferencia es un orden de magnitud a favor de Yoani. Gente muy tuitera y relevante como Esperanza Aguirre o Pedro J. Ramírez, y organizaciones tan importantes como el PSOE o el PP, se mueven en una orquilla entre los 15.000 y los 25.000 seguidores. Pero para buscar cifras comparables a las de Yoani (130.000), hay que irse a los periódicos más populares de la red social, como el Mundo o Público.
Otra comparación. El periódico Granma [@granma), la visibilidad de los dinosaurios que dirigen esa cárcel tan del gusto del PSOE, no llega a la décima parte de la gente a la que llega la chica Sánchez. Y entonces el PSOE tiene un problema. Que es cuando Faisán El Veraz, la niña Karma, o la sonriente Mari Trini, tienen que hacer bodoques para explicarnos cómo es que defienden esto:
Yoani, la anécdota. Pero también la palanca que pedía Arquímides.