La "contestación social".
Así estamos; entre los esperanzados porque al fin hay una contestación social, y los del “no es esto, no es esto”. Por cierto, hablamos todo el rato de Sol, pero Barcelona no es ninguna broma:
¿Y ahora qué? Ahora puede puede apagarse porque ya han pasado las elecciones, o puede seguir, incluso crecer.
Si se apaga, habrá sido divertido, y ya está. Y se puede decir que dejará cosas buenas detrás, como la discusión de si las leyes están para cumplirse, o están para organizar la convivencia de una forma razonable. Para los que opinen lo último, una ley idiota incumplida masivamente es un logro.
Es más interesante la opción de si continúa, en la que no creo. Y me gustaría que algún Salinski, Petra, o Xabi, u otro de los que creen en ello, hiciera un planteamiento de cómo imaginan que puede ir desarrollándose el asunto. Porque yo, más negativo, creo que la única forma de que una contestación de este tipo tenga éxito, sería a base de esperar la llegada de una demagogia de mensaje simple, y más bien brutal.
Tenemos el factor internet como novedad. Pero "internet" no quiere decir gran cosa, o quiere decir cosas muy distintas, según. Internet es tanto la movida de masa ciega y mensaje corto, produciendo acción (por ej el éxito masivo de un concierto, o la plaza Tahir), como la reunión meritocrática de gente produciendo pensamiento (por ej software libre, o el desmontaje del alarmismo del calentamiento global). Las dos son revoluciones, pero son revoluciones muy distintas. Y probablemente de sentido contrario.
Si miráis la historia, es más viejo que el tebeo.
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Veo muchas respuestas elaboradas, mejores que mi entrada. No las las dejéis atrás.
No le contestéis, plis
No es el tema.