UPyD no puede ir a El Escorial en cercanías, ni en su propio coche
Gallardón, alegre muchacho al que habría que cortarle los huevos -y despacito para que duela más, mantiene 134 coches oficiales en el ayuntamiento de Madrid. Probablemente exceda el número de la misma partida en la Casa Blanca. Son uno por cada concejal, cincuenta y tantos, y el resto de “por si”. Por si la novia, por si la sobrina del machacante, esas cosas. Y el partido con color de nombre de dueña de partido político, UPyD, ha visto carnaza, y se ha lanzado. Buena es la Rosa. Toda la prensa hablando de que el partido de Rosa Díez rechaza los coches oficiales del ayuntamiento, y alabando la jugada.
¿Seguro?
No tanto. David Ortega, capo del equipo municipal magenta, se explica en el País:"Es desproporcional (sic) un coche oficial, un chófer y dos escoltas por cabeza, pero sí tendría que haber uno o dos coches de incidencias para el grupo. Si tengo que ir a El Escorial, no voy a ir en mi coche o en Cercanías" [-->]
¿Y por qué diablos no podrá ir en su propio coche o en cercanías, como siempre ha hecho, y como todo dios? ¿Habrá mejor sistema para enterarse de cómo viven los mortales que vivir como ellos? El pollo aun no se ha estrenado, y ya le ha entrado complejo de casta. ¡Cercanías, horror!Yo una vez fui sentado junto a un ministro de Edward Heath en el metro. Iba con su paraguas, su cartera, y su escolta. Y sin ningún rubor. Pero Ortega, recién ascendido a casta, no puede. Se le ha subido a la cabeza, antes incluso de probarlo, y se cree que el trabajo de concejal es más importante que los del resto de la chusma, y … ¡no va a ir a El Escorial en cercanías! Criaturita.
Dice que “La idea de UPyD es racionalizar y dar ejemplo, ese es el mensaje de fondo”. Y yo me alegro. Y le sugiero que empiece por dar ejemplo explicando la utilidad pública de la Fundación Progreso y Democracia, donde sienta sus posaderas Becerrix Dominatrix, y que recibe su financiación de ese dinero de todos que ahora resulta que no hay. Después hablamos de las mujeres de los constructores en Getafe, y así nos vamos enterando de lo que vale el ejemplo del bono-bus.
Y sin embargo, aplaudo el detalle folclórico. Muy bien lo de los coches oficiales, aunque parece que no tan bien como trataban de vender. Había quedado fino como promesa electoral, y ya lo estamos estropeando con lo de El Escorial.
[caption id=“attachment_19703” align=“aligncenter” width=“350” caption=“Un cercanías para David Ortega”][/caption]