Indign-acción
Irene Ballesteros
Quiero rescatar las palabras de Ortega cuando hablaba del “dolor de España”, que es lo que hoy siento. Una España inmóvil, instalada en la apatía, el nepotismo, la ineficiencia y la desesperanza, la corrupción feroz, el partidismo y la escisión. Una España a la que animo a rescatar su memoria histórica, esa que certifica el potencial de una gran nación, esa que augura el éxito si se decide a tomar impulso para levantarse, sacudirse el polvo y emprender la marcha con la cabeza alta, el paso firme, la mente y el ánimo despejados para transitar por el camino de la regeneración, de la prosperidad conseguida a base de esfuerzo y perseverancia.Menos servidores públicos dedicados a la política pero mucho mejor preparados educativa, profesional y moralmente es lo que esta nación axisfiada por la podredumbre de la mediocridad necesita. Gente con empuje, savia nueva y experiencia adquirida también, con capacidad de guiar un barco al que ningún viento favorecerá si no sabe a qué puerto se dirige.
Una España en la que los mayores no se vean obligados a trabajar más mientras su juventud se ahoga en en el sinsentido del paro permanente o la crueldad del exilio forzoso. Una España en la que el sentir ciudadano y el ejercicio político no sean incompatibles sino que el uno sea el leit motiv del otro. Donde la democracia no sea una palabra más en el diccionario de la RAE, sino una forma de entender y desarrollar la vida en sociedad.
Como ciudadana española y de la UE propongo que nuestros políticos sean sometidos a una evaluación por parte de un Consejo Independiente para la Gobernabilidad Democrática. Que su permanencia o acceso a un cargo político se supedite a la superación de pruebas de idoneidad, en las que se midan sus aptitudes para gobernar y pensar estratégicamente así como su capacidad de liderazgo. A través de su formación teórica, su experiencia profesional, un nivel adecuado de conocimientos sobre la materia que tengan a su cargo( sanidad, exteriores, fomento etc..) y la superación de tests psicotécnicos y de habilidades sociales, linguísticas y comunicativas. Con indicadores cuantificables y verificables que midan el desarrollo y el progreso real de nuestra sociedad a distintos niveles y con la articulación de mecanismos de prevención y “alerta temprana” que favorezcan la rendición de cuentas e impidan la regresión y el colapso social.
Necesitamos elevar la talla política y moral de de nuestros gobernantes para desarrollar una política basada en el sentido común y de lo común, inclusiva, dinámica, constructiva y que se torne en instrumento eficaz al servicio de la ciudadanía para potenciar nuestras cualidades como país y región y ser socialmente eficientes y competitivos a nivel global. Es necesaria una regeneración del panorama político español y europeo y es necesaria YA.