¿Por qué mi nuevo coche no tiene rueda de repuesto?
Heber Rizzo
Otra vez, la locura ecologista y la voracidad fiscal se aúnan para perjudicar a la gente común.El caso es que las reglamentaciones cada vez más exigentes en cuanto a la relación peso/consumo hace que los fabricantes de automóviles se vean obligados a aguzar el ingenio.
Crear motores más eficientes tiene un límite, y una forma de mejorar la relación peso/consumo es hacer que los vehículos sean cada vez más livianos. Eso permite a los fabricantes seguir construyendo vehículos que cumplan con las normas, aunque vaya en detrimento de los sufridos consumidores, Así, los vehículos son cada más más frágiles y endebles, y tienen menos accesorios: cualquier cosa con tal de “adelgazarlos”.
Por supuesto, los gobiernos podrían impulsar un menor consumo aumentando los impuestos al combustible, pero estos son ya tan descarados e imponentes que también van alcanzando un límite, al menos mientras los consumidores se van acostumbrando poco a poco a los nuevos precios (mientras se culpa de ellos a las grandes petroleras; otra muestra de cinismo desmesurado, aunque estas últimas también aprovechan para invertir en “energías limpias” logrando así jugosos subsidios, y ambas partes se unen para difundir la gritería alarmista-terrorista del fraude del calentamiento global antropogénico).
Pero con esta brillante idea, los amables ecologistas y sus asociados gobernantes logran algo que incluso da más fuerza a sus intereses destructivos, haciendo que cualquier malestar del comprador se traslade al industrial fabricante de automóviles, mientras que el gobierno queda al margen o, incluso, apareciendo como benefactor del consumidor. Otro clavo más en el ataúd de la economía liberal occidental a la que pretenden destruir.
Por supuesto, lo que no dicen (nadie lo dice, o por lo menos lo callan los principales medios de comunicación) es que esta disminución del peso de los vehículos hace que éstos sean no solamente más incómodos sino también más inseguros.
Los últimos estudios sobre accidentes demuestran que los vehículos de más de 2000 kg de peso presentan una tasa de mortalidad menor a una tercera parte de la que presentan los vehículos de menos de 1100 kg.
Es cierto también que los ecologistas creen que hay que disminuir la población mundial a como dé lugar, y para eso valen tanto los muertos provocados por la prohibición del uso del DDT o por la falta de energía barata (carbón, gas, petróleo) que impide el logro de mejores cosechas y la disponibilidad de agua potable en los países menos desarrollados, como la mortalidad provocada intencionalmente entre los perversos consumidores del mundo occidental.
Por más información, se puede leer el interesante articulo del cual obtuve estos datos en:
Blog de Heber Rizzo -->