La SGAE quiere reconstruir su imagen y su reputación. Está muerta.
A ver, que se aclaren. Así, sin más, no cuela. Que nos digan qué van a hacer con actitudes como el del caso Putasgae [–>], y los cien mil juicios por el derecho al buen nombre que no tienen. Porque claro, si tú mismo reconoces que tienes que “reconstruir tu imagen y reputación” [–>], pues da la impresión de que no andas muy sobrado. Y si coincide que esa organización tan poco sobrada de buena imagen y reputación es probablemente la que más demandas interpone por derecho al honor de toda la galaxia, ¡jooorl!, algo raro esta pasando.
¿Van a empezar por pedir perdón al respetable? Porque aparte de haberse puesto las botas a llamándonos piratas y otras lindezas, y aparte de dedicarse a cobrarnos con saña a cambio de un derecho a copiar lo que de ningún modo queremos copiar, resulta que ha habido un montón de pasta pública dirigida a la SGAE y que presuntamente ha acabado en estado de “apropiación indebida”. ¿Qué hacemos con eso, SGAE?
Es muy fácil desentenderse ahora del Bautista y su tropa, señalarlos como los malos, y aquí no ha pasado nada. Porque sí ha pasado. Y porque el Bautista estaba ahí con los votos de los socios de la SGAE, repetidos votación tras votación, hasta dar con sus huesos en un auto de procesamiento por lo que vulgarmente se denomina mangar. O sea que no es un extraterrestre que estaba casualmente ahí, sino que es el representante y mandamás elegido libre y voluntariamente por los que ahora quieren limpiar imágenes y reputaciones. Los que no parece que hasta ahora se hayan preocupado gran cosa por lo que pasaba en la muy peculiar organización. Porque cuando algún socio quiso preguntar individualmente por las preocupantes noticias que salían en la prensa, y se lo quitaron de encima con una sanción, no hubo masas de socios saliendo al quite para decir que eso no eran formas de hacer las cosas. Pero ahora se ponen al frente del duelo y se personan en la causa. Yo diría que a buenas horas, mangas verdes.
¿Reconstruir la imagen y la reputación? ¿Qué tal empezar por pedir perdón, seguir por anular todos lo juicios por asuntos que no son más que de opinión, y muy sana, pedir la anulación del canon digital, y propiciar un debate social civilizado (no cafre) sobre qué hacer con internet y los derechos de autor de la industria del entretenimiento? Ah, y ya puestos, tampoco estaría de más que abandonen la grotesca costumbre de autotitularse “la cultura”. Y si además le convencen a Sinde, compañera suya en la extraña sociedad, de que dimita, pues entonces tal vez podríamos empezar a pensar que su imagen y reputación tienen posibilidades de sobrevivir a lo que hasta ahora conocemos como la SGAE.
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