Una lección de Rock and Roll a Cataluña
Rachel Arieff [blog –>] es una cómica y música USA que lleva ocho años viviendo en Barcelona. Está encantada, pero la política lingüística le está hinchando un poco las narices. Fuck you!, - parece decir. Bueno, es lo que dice en realidad.
Un vídeo breve de presentación de un trozo de su show actual, Planeta Cataluña:
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=SSy-8yRKLQQ]
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También escribe para la revista de Rock and Roll Popular1.com. Este es su último artículo (pillado sin permiso):
La Política Lingüística de Cataluña vs. Rock and Roll
Rachel Arieff
No hace mucho, escribí un post llamado What is rock-n-roll?Era una paja mental divertida (por lo menos para mí), que me vino a la mente después de intentar escribir este post, y fracasar. Ahora lo intento de nuevo.
Mi intención con este post no es cagar en Cataluña, ni en los catalanes, ni dividir a la gente en un equipo contra otra. Mi motivo es expresar unos pensamientos que he llevado adentro durante mucho tiempo. Estas preguntas — o si prefieres, desafíos — vienen no de un desprecio de Cataluña, sino de mi apreciación por ella.
Mi vida ya es en Cataluña. He vivido aquí durante los últimos siete años y sólo he vuelto a mi tierra natal un par de veces. No soy catalana, y no es posible que sea catalana, aunque quisiera. Pero me siento cómoda en Cataluña (bueno, en Barcelona). No querría cambiar donde vivo por otra parte de España para nada. Me gusta Cataluña y los catalanes. En concreto, aprecio la tolerancia, elegancia, y aspecto intelectual y culto del carácter catalan. Me importa Cataluña.
Por eso, escribo lo siguiente, porque si no me importara Cataluña, no haría el esfuerzo de organizar mis pensamientos, escribirlos, y ocuparme con las respuestas que van a llegar. Como una cantidad demasiado grande de “forasteros”, mandaría a Cataluña a la mierda y me iría.
Empiezo con un evento reciente. La semana pasada, me reuní con mi gestor. Me contó que le vinieron dos clientes distintos en la misma semana — ambos chinos, con bares — y estaban asustados porque a cada uno le llegó una carta de la Agència Catalana del Consum, informándoles que alguien — quizás un cliente, quizás no, porque no hay manera de comprobarlo — había presentado una queja contra sus establecimientos por no atenderles en catalán. (Les atendieron en castellano.)
Mi gestor - un hombre tranquilo y simpático de Lleida, y no alguien acostumbrado a meterse en discusiones políticas — me preguntó: “Qué esperan de un par de chinos? Es que son de China! Qué les importa?”
Esta es la política lingüística de Cataluña, folks. Welcome to my nightmare.
La cuestión es ésta: Qué representa la Política Lingüística de Cataluña en la realidad? Qué representan sus métodos en una sociedad libre y democrática? Qué representa para las personas supuestamente libres de mente, creativas — y apoyadoras de todo lo que representa el Rock-n-Roll?
Pregunto esto porque escribo este blog en la web de la revista de rock más legendaria de España. Una revista que, por cierto, nació y siempre ha estado en Cataluña, y nunca ha recibido ninguna subvención del gobierno, por publicarse sólo en castellano. (2/3 de los fundadores pertenecen a esa rara especie de catalán que hablan en castellano. Sí, existen, a pesar de lo que las fuentes oficiales quieren que penséis. Y no son los únicos. El pueblo catalán no es una colectividad homogénea que habla el mismo idioma y piensa lo mismo. Es más rock-n-roll que eso; es diverso y pluralista.)
Entonces cómo podría ver la Política Lingüística una persona que se considera rocker@?
[Personalmente, “Rockera” no es la etiqueta que me pondría. Para mí, sería una etiqueta tonta porque, siendo de EE.UU., donde nació rock-n-roll y donde forma una parte integral de nuestra cultura y conocimiento musical, no me resulta necesario hacer un esfuerzo para destacar esa parte de mi identidad. Ya sé quién soy, y no necesito convencer a nadie de ese dato.]
Pero hablemos del rock-n-roll ahora. Qué significa “rock-n-roll”? Qué es su escencia?
Lo que creo que expresé en el post “What is rock-n-roll” es que rock-n-roll no se trata una camiseta negra de _____ [rellena el espacio con el nombre de tu grupo favorito], ni llevar melenas, tatuajes, o piercings. No es hacer el “killer” por la noche, ni acudir a conciertos, ni tocar la guitarra. Esas son las ornamentaciones más populares del rock. Vamos, son los clichés. Y están bien, pero no representan la escencia de rock.
La escencia del rock-n-roll es la libertad personal. Sobre todo. Sobre la actitud, sobre los amplificadores e instrumentos, sobre la música incluso.
La libertad del rock es la libertad de ser tú mismo. De ser el tú auténtico, cómo te sientes de verdad a pesar de las presiones del colectivo (recordemos a Freddie Mercury, Rob Halford, Genesis P. Orridge, o Marcie Free).
La libertad a expresarte como te da la gana: con tacos, LOUDLY, con un sonido sucio del punk rock. Es la liberación de todas las expectativas con que te machaca la sociedad, tu familia, tus amigos, tu jefe; y un “que os jodan” a las fuerzas del conformismo.
Por eso no veo la manera de conciliar el impulso coactivo y conformista de la política lingüística de Cataluña con este espíritu de libertad individual.
INDIVIDUAL, sí. Porque el rock siempre ha desconfiado del ganado. Es un punto very American, ese individualismo, la fe en seguir tu propia corazón. Una actitud representada constantemente en el rock.
Fuck you, I won’t do what you tell me.
Por qué es esa frase tan emblemática? Porque es la escencia de rock-n-roll. Quiere decir:
No sólo voy a desobedecer vuestros órdenes, que van en contra de mi libertad personal, pero además, porque soy rock-n-roll, QUE OS DEN por atreveros a insistir en que haga algo que no quiero hacer.
La política lingüística de Cataluña es exclusiva, totalitaria, antipática, mezquina, miope, paranoica, zenófoba (con matices del racismo), y cien por cien basada en el miedo. Es divisiva y fomenta la desconfianza entre ciudadanos. Está claro que su propósito es crear un ambiente hostil para los que hablan el castellano. El objetivo es demonizar el castellano en Cataluña, reducirlo a un tabú social, y encasillar a los castellano-hablantes como ciudadanos de segunda.
Visita las oficinas del ayuntamiento, fíjate en los carteles que coloca por la ciudad de Barcelona, o visita un museo (por ejemplo, la exhibición que hay en la esquina de Paseo de Gracia y Córsega). Todo escrito en catalán, casi nunca también en castellano. En el caso del museo, ninguna hoja informativa en castellano.
Allí veo la esquizofrenia oficial que existe en Cataluña. Gran parte de su economía depende del turismo. De hecho, yo diría que gran parte de Barcelona se ha estropeado por el turismo masivo. Sin embargo, la negación de ofrecer bilingüismo en obras públicas (y tan obviamente turísticas como museos) excluye a todo ese sector de turistas españoles, sudamericanos, o castellano-hablantes de todo el mundo.
Estamos hablando de bilingüismo. No castellano-por-encima-del-catalán. Si hay algo que deberías saber de mí, es que no pertenezco a la pandilla Vivacristorey™. Me considero una ciudadana del mundo. Entonces apoyo la igualidad de derechos para TODOS los catalanes, no sólo una parte.
Algo que aprendí de mi oficio es que todo lo que se trata de ofrecer un servicio al público, en el fondo, es un show. Un restaurante es un show. Un servicio de taxis es un show. Incluso un supermercado es un show. Tratas mal a la gente a la que sirves — ignórala, exclúyela — y la pierdes.
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