El timo vasco
Fresita Magenta y Avinareta me mandan este artículo para que lo ponga en la plaza. Lo siento por los no vascos, que son amplia mayoría y deben de estar muy aburridos de abuso de tema. Pero también les afecta.
Es curioso. Yo sigo teniendo la sensación de que los vascos despertamos simpatía en el resto de España. En el da las dos Españas. Supongo que en el de la España no separatista será porque saben que entre los vascos hay muchos que no se achantan ante el separatismo, y saben que no es precisamente fácil. Y entre la España separatista supongo que será porque acostumbran a pensar vasco = nacionalista vasco, y tienen cierta envidia de la despreocupación con la que los separatistas de aquí contemplan el asesinato como herramienta política.
También creo que los vascos tenemos en general fama de buena gente para formar equipo, por ser de confianza y razonablemente desprendidos. No sé si seguiran pensando lo mismo después de leer este artículo del vasco José María Ruiz Soroa, que “mango” del Diario Vasco de hoy. Por lo de equipo, y por lo de plantar cara al nacionalismo … pero quedándonos calladitos con lo del Pufo Vasco (© Mikel Buesa).
José María Ruiz Soroa
Si yo fuera Madrileña
Diario Vasco
Supongamos que yo fuera Esperanza Aguirre, la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid. Y supongamos que estos días me hubiera leído las declaraciones públicas de la consejera de Educación del Gobierno vasco, unas declaraciones en las que presume de que Euskadi no va a hacer el más mínimo recorte en educación o sanidad, no como otras comunidades gobernadas por la derecha que están anunciando que van a aumentar la carga lectiva del profesorado. Hubiera leído también cómo Isabel Celaá explica esta diferencia notable entre las políticas autonómicas de los (socialistas) vascos y los (conservadores) madrileños: «Es que la derecha no tiene la sensibilidad que tiene la izquierda por el desarrollo de las personas por igual, al margen de su riqueza o renta». Vamos, que el hacer recortes es un problema de ideología: los socialistas recortan a los ricos; los de derechas, a los pobres.Bueno, pues suponiendo que yo fuera Esperanza Aguirre (lo cual es mucho suponer pues me resulta un personaje político lejanísimo a mi propia sensibilidad política), me hubiera mosqueado un tanto la ágil soltura con que Isabel distribuye los papeles de buenos y malos en esto de la política presupuestaria. Los socialistas, buenos; los de derechas, malos. Incluso me hubiera resultado un tanto irritante que los socialistas vascos presuman de algo que no se debe a su socialismo, sino a su riqueza. Y le hubiera enviado un mensaje más o menos como el que sigue:
«Mira Isabel, seguro que tu sensibilidad socialista por el desarrollo de las personas es acendrada, pero el presupuesto no es sólo cuestión de sensibilidad sino también de recursos. Con seguridad que a ti no se te hubiera ocurrido presumir de que Euskadi atiende la enseñanza pública mejor que Bangladesh, ¿verdad? Porque tú sabes que los de allí no disponen de los mismos fondos de que dispones tú, y que por ello no sería justo decir que los vascos tenéis más sensibilidad por las personas que los gobernantes de Bangladesh. Lo que tenéis, ciertamente, es más dinero y desarrollo a vuestra disposición, y de eso no está bien visto presumir. ¿Por qué razón, entonces, presumes cuando se trata del resto de España, en concreto de Madrid?
Verás Isabel, el Gobierno vasco dispone de una financiación para atender los servicios públicos (enseñanza y sanidad son los que se llevan lo esencial) que es exactamente un 65% (sesenta y cinco por cien) superior a la media de que disponen los demás gobiernos autonómicos. Donde yo tengo 100 euros para proporcionar enseñanza a los madrileños, tú tienes 165 para dársela a los vascos. Si quieres te lo pongo en cifras absolutas: la Administración vasca dispone de una financiación de 3.155 euros por habitante, mientras que la madrileña cuenta con 1.743 euros (datos de 2002). Siendo ello así, resulta muy fácil no tener que hacer recortes en la enseñanza, porque tienes muchos más euros para atenderla. Pero te sugiero una idea: intenta proporcionar la misma enseñanza que das con un 65% menos de dinero, inténtalo aunque sea mentalmente y dime cómo lo harías sin recortar nada. Ponte un ratito en el lugar de los que tenemos menos fondos y dinos qué harías, Isabel.
Y no me digas, como todos los nacionalistas suelen decir muy ufanos, que si tenéis más fondos porque sois más ricos es porque el País Vasco se lo ha merecido por su esfuerzo y tesón. No me lo digas porque, en primer lugar, presumir de rico no es propio de socialistas y, en segundo, porque no es verdad. Porque verás, la renta por habitante de mi Madrid y de tu Euskadi son similares, incluso un poco superior la nuestra. Y los impuestos que pagamos son substancialmente iguales. Resulta entonces que si yo no dispongo del presupuesto del que tú dispones no es por alguna diferencia en nuestros niveles relativos de renta y de esfuerzo fiscal, sino por otra cosa muy distinta. Es porque a los madrileños (como a los catalanes o los baleares) el Estado central nos detrae una parte importante de nuestra propia recaudación para dársela a las comunidades españolas más pobres (a los extremeños o a los gallegos) para así igualar a todos los ciudadanos de España en sus recursos públicos. Te lo cuento de otra forma: los madrileños sufragamos nuestra educación y, además, una parte de la educación de los extremeños o gallegos. Por eso tenemos menos fondos que tú, Isabel. Las balanzas fiscales de 2.009 muestran que el Estado nos quita a los madrileños una contribución a la solidaridad equivalente al 9,13% de nuestro PIB; a vosotros nada, ni un céntimo.
Porque vosotros, junto con los navarros, poseéis un sistema fiscal propio que os garantiza que todo lo que recaudáis os lo quedáis, que no tenéis que contribuir en nada para ayudar a los ciudadanos españoles que tienen peor suerte. Seguro que este privilegiado sistema vuestro está más que justificado por la historia y por vuestra identidad, no lo dudo, pero no es precisamente como para presumir, y menos desde una ideología socialista que defiende la solidaridad interpersonal. Porque si vosotros no tenéis que hacer recortes es porque sois insolidarios y porque nos dejáis a otros -algunos de derechas como los madrileños- que pechemos solitos con las cargas de la solidaridad nacional. Si no hacéis recortes no es por vuestra sensibilidad de izquierdas, sino porque sois una clase de ricos de la que se habla poco. No sois ricos en sentido vertical, sino en sentido horizontal: sois los ricos por estirpe territorial. Y eso no es para presumir, por muy de izquierdas que sea una. ¿O no?
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Original en el Diario Vasco: