Artur Más Narices.
«Nadie toca las narices a los españoles con el castellano ni a los franceses con el francés ni a los alemanes con el alemán. ¿Por qué a los catalanes nos tocan las narices con nuestro idioma?»¿Te lo explico, Artur? Se te va a poner cara de cretino, pero yo te lo explico.
Para empezar, mientras no cojas la puerta, eres español. Resulta no poco caradura pretender ser español y no español al mismo tiempo. ¿Que no quieres ser español? ¡Pues puerta! Habrá que saber qué quieren el resto de los catalanes, y tal vez los de las provincias, y organizarlo civilizadamente; pero mientras no lo consigas, eres tan español como los demás. Te guste o no te guste; narices o no narices. Lo mismo que cualquier español residente en Cataluña es catalán a efectos de sus leyes, y se la tiene que tragar, le gusten o no. ¿Tiene narices la cosa, no? ¡Pues ya ves!, no eres el único con narices sensibles. Se llama convivencia, y resulta tanto más difícil cuantos más Arturitos estén implicados en el asunto.
Para seguir, resulta que a los demás también les tocan las narices, Arturo. Por ejemplo a los ingleses de la isla de Man. Tienen un idioma local, el manx. Y tanto les tocan las narices, que en toda la isla sólo existe un colegio en el que se puede estudiar en manx. Este [–>]. ¿Qué te parece como tocada de narices? Por supuesto te puedo poner todos los ejemplos que quieras, por toda la geografía. Incluyendo a Alemania y Francia.
Y a los españoles no te quiero ni contar cuánto le tocas la narices, Artur. Porque si el toqueteo consiste en no dejarles estudiar sólo en su lengua, resulta que tú mismo se lo estás impidiendo en una parte de España que se llama Cataluña. Y mientras eso siga siendo así, resulta que según tus propios términos les estás tocando las narices en cantidades industriales.
Por otra parte no se ve muy clara una relación exclusiva entre las narices y las lenguas. ¿Es que las pelas no “tocan las narices”? Yo creía que la pela era la pela, y el 3% como extra para la mafia es un pastón. ¡No me digas que estás tocando las narices con eso, Artur!
Y no sólo las pelas. El argumento caradura también resulta bastante tocanarices. Decíais que el sistema de lenguas en la enseñanza en Cataluña no era ningún problema, porque solo afectaba a tres personas. ¿Y ahora quieres saltarte la justicia, o sea la convivencia y la civilización, por solo tres personas? Pues a mi me parece que eso es el arquetipo no ya de un hinchapelotas, sino de un peligro público de tres pares de cojones.