La apuesta anual del hielo del Ártico, que no desaparece, casi a punto.
Sí, lo sé, lo sé; es irrelevante que en el Ártico haya un poco más de hielo o un poco menos. Y no pasaría nada si se queda prácticamente libre de hielo marino durante unas semanas del verano, como ya ha pasado en otros momentos de esta fase climática de la tierra (Holoceno). Pero me aceptaréis que para los que nos gustan las apuestas, esta resulta más lúdica -menos dramática- que mirar la bolsa o a la prima de riesgo esa.
Ya os acordáis, el Ártico está embarcado en una “espiral de muerte”. Curioso esquema el de relacionar la muerte con la falta de hielo, y la vida con el hielo - que es lo que se suele usar por ejemplo en la morgue. Han salido un poco raritos los alarmistas. Pero el caso es que después del mínimo de hielo en el Ártico en 2007, el récord no se ha vuelto a batir. Este año parecía tener muchas posibilidades, pero la impresión es que tampoco.
Estamos ya muy cerca del mínimo, y la apuesta va así.
Haciendo "clic" en el gráfico se lega a la versión actualizada. Esta es la última a la hora de redactar la entrada, 12/09/2011. Y la pinta, como se ve, es que no habrá nuevo récord.
Es cierto que son pocos años, desde 2007. Como son pocos años los que lleva el mar sin calentarse, desde que se mide bien - 2003. Y son pocos, pero ya no tan pocos, los que lleva sin calentarse la atmósfera, desde 1998.
Pero lo que resulta incuestionable es que si comparas los modelos climáticos en los que se basa la alarma, con la realidad, y en 30 años -que es como definen "clima", los modelos van de cráneo. Como se muestra en este recentísimo estudio que nos trae Jeff Id. Otro más que demuestra lo exagerado del alarmismo del IPCC.