De galos y romanos
Sefuela
De galos y romanos (sin olvidar a griegos, hispanos, teutones, cosacos y mandarines)
En mi opinión, aquél que piense que los franceses son la máxima expresión del chauvinismo, es porque no ha tratado suficientemente a los italianos. Tienen una cultura tremendamente curiosa, en la que las formas y la hospitalidad resaltan por su gran importancia, de forma similar a la cultura árabe. Pero, a la vez, consiguen tener debates electorales mucho más divertidos que los nuestros.
En el último que presencié por televisión, Berlusconi no dudó en calificar de “ubriaco” (borracho) al socialista Prodi, quien le respondió con el bonito adjetivo de “pazzo” (loco o necio). El problema aparentemente radica en la propia idiosincrasia profunda del italiano. Cuando se me ocurría preguntar a alguien la razón de que siguiera saliendo elegido un personaje tan pintoresco como Berlusconi siempre me encontraba la misma respuesta: Todos queremos ser como él.
Pero algo está cambiando en Italia. En mis dos últimos viajes realizados este año, he vuelto a preguntar a la gente su opinión sobre la situación. Y si creían que la marca Italia les sacaría, como otras veces, del apuro. Son conscientes de que no. El chollo se nos acaba, decían. Hay que ponerse a trabajar y Berlusconi no es más que un payaso. Era su opinión. Y lo que he visto por allí me hace pensar de la misma forma.
Berlusconi sigue siendo el amo de la trampa. Y creo que estaba a punto de pedir a Europa el perdón de una parte de su deuda pública cuando Papandreu le ganó por la mano. Con la amenaza del referéndum, un gobernante que no ha dudado en sustituir de un plumazo a la cúpula militar, fuerza un gobierno de concentración para renegociar el acuerdo con Europa, aunque tenga que irse para ello. No seré yo quien critique a Papandreu por jugar sus cartas, cuando ha sido capaz de renunciar a su cargo para aportar algún tipo de solución a sus ciudadanos. Tanto él como la primer ministro eslovaca han renunciado a la silla contribuyendo, a su manera, a salvar Europa.
No lo ha hecho así Berlusconi, a quien le han pedido por activa y por pasiva que se vaya, incluso en el nombre de Dios http://www.ft.com/intl/cms/s/0/9c118294-06fc-11e1-90de-00144feabdc0.html (inglés) http://internacional.elpais.com/internacional/2011/11/08/actualidad/1320713835_172151.html (español). Se ha resistido con uñas y dientes entre la espada y la pared, más sólo que nunca.
Berlusconi debía haberse ido ya. Los mercados financieros son uno de los paradigmas del autocumplimiento de las expectativas. La confianza es tan fundamental que el efecto de su pérdida puede ser devastador, elevando la prima de riesgo exigida a las inversiones en bonos italianos hasta un punto insoportable que provoque la suspensión de pagos del país. Por el contrario, la recuperación de dicha confianza puede abaratar el coste financiero del futuro endeudamiento, ayudando (sólo ayudando) a que medidas correctas hagan que la economía se recupere y se puedan pagar las deudas.
Mientras Berlusconi se agarra a la silla, Merkel y Sarkozy simulan en público saber lo que deben hacer, pero dudo mucho que, en privado, su cara sea muy diferente de la de Zapatero cuando acude a una cumbre europea.
Sepan o no lo que deben hacer, parece que sus equipos ya no tragan con buenas palabras y promesas vacías. Envían a Italia duras, precisas y necesarias peticiones de aclaración sobre unas supuestas medidas de estabilidad que se aprobaron a toda prisa en la tarde en la que Papandreu anunció su referéndum.
No me vale la excusa aducida por Berlusconi y manifestada por el Presidente de la República de que dimitirá una vez aprobada la Ley de Estabilidad modificada según las exigencias europeas. Eso podía y debía haberlo dejado a otro. Seguir en el poder no es mas que una nueva manifestación del deseo de este primer ministro (y otros) de ser recordado como quien ha sido el salvador de los problemas de su país, sin tener en cuenta que la mejor forma de contribuir a eso puede ser apartarse.
En estas circunstancias, la demanda real externa de deuda pública italiana y española es prácticamente cero. Nosotros tenemos nuestros propios problemas por nuestra propia culpa. http://www.cotizalia.com/opinion/lleno-energia/2011/11/05/la-prima-de-riesgo-puede-subir-un-40-y-no-es-culpa-de-grecia-6255/ Y así no hay quien pueda hacer funcionar ningún tipo de administración ni pública ni privada.
Hace falta dinero nuevo, de tontos nuevos que se crean que vamos a solucionar nuestros problemas. O bien de alguien que esté dispuesto a comprar algo (a cambio de prestar ese dinero) que le compense el exceso de riesgo que asume (y que no se paga debido a que el BCE está interviniendo en el mercado) comprando una deuda que nadie más quiere. Tan sólo se puede mirar a dos sitios para encontrar una cantidad de dinero suficiente: Rusia y China.
Ha tenido que ser otro galo (gala en este caso) quien ha salido en auxilio de los romanos (y los hispanos y el resto). Según publica el equivalente italiano al diario español Expansión, Christine Lagarde ha conseguido un acuerdo en Rusia por el cual esta nación ofrecerá ayuda financiera a la zona euro a cambio de incrementar su poder de decisión en el FMI. El poder de 375.000 millones de euros de reservas nos obliga a aceptar sin dudar. http://www.ilsole24ore.com/art/finanza-e-mercati/2011-11-07/lagarde-ottiene-aiuto-russo-203545.shtml?uuid=Aa7HkbJE . Lagarde ha abandonado Rusia para dirigirse a China a pedir mas ayudas. Los chinos ya han manifestado que su interés es ser aceptados como miembro de pleno derecho de la Organización Mundial del Comercio. Si no estoy equivocado, ello significaría reconocer el status de economía de mercado a quien está jugando con dos barajas, aplicando libertad de mercado tan sólo cuando le interesa. Tragaremos
Me temo que la generación de políticos mas nefasta de la Historia de Europa, gracias a mirar tan sólo a su propio ombligo, no sólo nos ha conducido a la bancarrota, sino que también pasará a los libros por habernos obligado a abjurar de muchos de nuestros principios fundamentales.