Es necesaria y urgente una reforma del sistema electoral…¿pero cuál?
Octavio
En este gráfico (por un fallo hay que pinchar para verlo) he reflejado los porcentajes que en cada legislatura han tenido gobierno, partido mayoritario de la oposición, resto de la oposición a nivel nacional (desde el PCE de 1977 a UPyd e IU de esta legislatura, pasando por CDS, etc.) y por último, los partidos nacionalistas, regionalistas y demás cosas raras.A la vista de él, es evidente o al menos a mí me lo resulta, que a efectos de los problemas de la nación, la falta de proporcionalidad no es el principal problema sino la gobernabilidad y a menor distancia entre primero y segundo, de puro cajón y Perogrullo, mayor dependencia del resto, sea este nacionalista o nacional. Solo las mayorías absolutas o muy amplias han proporcionado estabilidad.
Pero es evidente que también que los resultados derivados de la falta de proporcionalidad son escándalos si tenemos en cuenta que tomando cualquier legislatura, la última por ejemplo … la suma de IU, UPyD y FAC , son 2.920.000 votos que representa el 5% del Congreso, mientras que la suma de nacionalistas es 2.420.000 votos representando al 11%.
No queda más remedio que estar de acuerdo con Luis Bouza en que el ideal es un sistema mixto, mayoritario y proporcional, que permita gobiernos fuertes y que en su parte proporcional refleje la pluralidad más estricta.
Pero el poder corrompe y el poder absoluto, corrompe absolutamente… o si no corrompe endiosa.
Sin las medidas correctoras que tanto hemos defendido el sistema se hace inviable o insoportable, la separación de poderes es la máxima garantía, junto la democratización de los partidos, las listas abiertas o semibloqueadas, etc.
Pero entre ellas, perdonad que insista en el Referéndum o la ILP como factor corrector ultimo del sistema electoral. Cuando la labor de un gobierno resulta positiva en la mayor parte de los aspectos pero existe un claro divorcio en un punto determinado de la acción legislativa y ejecutiva del partido mayoritario y la opinión mayoritaria de la ciudadanía, cuando la cuestión es de vital trascendencia no se puede obligar al pueblo a tener que cambiar de opción política para variar el rumbo.
El caso más dramático lo tenemos en el 11M… (Ojo que yo no soy crítico con Aznar en este punto), la mayoría aprobaba su gestión, pero a su vez la mayoría rechazaba la implicación en la política sobre IRAQ…un referéndum negándole a D. José María la libertad de acción en este tema tal vez nos hubiera ahorrado 8 años de D. José Luis.