Sorpresa, Obama puede ser sensato. La movida del clima, no.
Los alarmistas lo consideran una sentencia de muerte. Y puede que lo sea, pero no para la tierra, sino para los alarmistas:
Estoy tomando las noticias de los cafres verdes, que son los únicos que parecen interesados en el asunto:El miembro 350.org, Jamie Henn escribe que “USA ha tomado un papel aun más insidioso presentando una propuesta de que la comunidad internacional adpote un mandato de negociar un nuevo tratado climático que tendrá efeto en 2020" y dice que "la fecha de 2020 esta ganando tracción en las conversaciones" aunque eso "no es un simple retraso, es una sentencia de muerte".
Nota: 350.org son esos bestias del vídeo en el que hacían estallar a los niños que no se apuntan a la causa, con gran exhibición de sangre y trozos volando por todas partes.
No sé cómo quedará la cosa, y si rescatarán alguna putadita para antes de 2.020. Pero en este estado del conocimiento del "cambio climático", y del conocimiento de la anticiencia de la alegre muchachada del IPCC, nada puede ser más sensato que no decidir nada, y esperar. Y 0cho o nueve años suena a una cifra muy razonable. Por una parte es evidente que si tuvieran algo de razón los alarmistas con lo del CO2, en ese tiempo no va a cambiar significativamente la situación. Pensar otra cosa es de tarado mental. Y en el caso contrario, que en lo del CO2 los algoreros no tengan entre ninguna y casi ninguna razón, que es lo más probable, sería muy normal que ese plazo de tiempo saque de dudas a cualquier persona razonable. "Persona razonable" no es un concepto que incluya a los activistas mafiosos del IPCC, por supuesto. Pero, una vez desacreditada su extravagante tesis, lo normal sería que los desbandemos de una vez. Y que queden para la historia como el mejor ejemplo de una equivocación colectiva, absurda y evitable si uno no se salta los métodos que habían hecho de la ciencia lo que era.Sencillamente, si el siglo XXI sigue sin calentarse 0cho o nueve años más, o con un calentamiento marginal e inapreciable, la gimnasia argumental que necesitarían los alarmistas para sostener su cuento iba a ser mucho más de risa que todo lo que hemos visto hasta ahora. No podrá soportarlo nadie fuera del núcleo más caradura del ecolojetismo.
Mientras tanto, seguiremos haciendo el indio, y tirando la pasta. Aunque lo parezca, lo siguiente no es broma:
Y puedes encontrar cientos y cientos de paridas similares. ¿Se van a acabar cuando la realidad les desmonte el cuento del clima? Apuesto a que no. Inventarán otro peligro inminente, o cualquier causa moral imperativa que obligue a reunir mucho dinero, de todos, para que lo gestionen y disfruten unos pocos listos y su entorno de mamoncetes organizados. Apuesto a que no aprenderemos.Una idea de cómo funciona la cosa, tomada de esta entrada de Willis Eschenbach en WUWT.
A primera vista parece que de los 14.000 listos que se han reunido en Durban para la gran juerga del clima, la parte del león son las delegaciones nacionales, en principio empleados de los gobiernos y políticos. Aunque por poco. Esto es lo que dice la primera aproximación: 6.572 jetas de la política, y 5.844 jetas de la vida (ONGs): Pero en realidad no es así. Las delegaciones nacionales están completamente infiltradas por las ONGs, incluso las de los países supuestamente serios y desarrollados. Y contando eso, los jetas de la vida ganan de calle en la juerga. 5.981 contra 4.962. Y aparecen muchos "inclasificables" (1.113), de oficio desconocido. Digamos, jetas de la jeta. Siempre te puedes consolar y pensar en lo de Sinde. Sin ninguna disculpa de fin del mundo inminente, aunque sea grotesca, se ha organizado un viaje de despedida del ministerio por Japón, Brasil, USA, y Rusia, los mejores hoteles y eventos, y un amigable grupo de cinco.