Los malditos captchas dobles tenían sentido.
Siempre recuerdo, medio vuelve, mi cabreo ante los primeros captchas de dos palabras. Estos:
Pero el cabreo no es el mejor estado del alma para enterarse de lo que pasa, y por eso no descubrí de qué iba esta historia. Sí, es fácil llegar a la conclusión de que no puede tratarse de joder por joder. ¿Que gana nadie con eso? También era fácil darse cuenta de que no es necesario acertar las dos palabras, y que si hay una demasiado chunga basta con poner un numero parecido de caracteres, sin que importe las letras que elijas. Por ejemplo, que en el caso del de la imagen, da lo mismo si en la primera palabra pones algo verosímil, como "follege", o algo imposible, como "porridge". Cualquier cosa vale. Pero entonces, ¿dónde está la gracia de poner una palabra que no hace falta descifrar?Lo dicho. A mi, el cabreo me quitó la capacidad de imaginar una solución. Y era bien fácil, como explica su mismo autor en este vídeo. Y además de los captchas, también explica su último invento, relacionado con traducciones. Duolingo.com. Me ha parecido muy interesante. Y adecuado para una mañana entre resacosa y aburrida, tanta tribu, sin prensa y eso.
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