Cuando los resultados no cuentan, es absurdo esperar buenos resultados.
Venga, ya hemos conseguido que la política sea un calco de la telebasura. Pura mierda, para algunos entretenida. Y el PSOE se está superando. Pero desde luego que no lo hace sólo, como si fuera un quiste aislado de la sociedad.
Lo de El Mundo es de traca. La fuerza de Chacón. Como quien dijera la fama de fulana. ¿Por qué es famosa fulana? Porque sale en El Mundo. ¿Y por qué sale en El Mundo? ¡Porque Pedro J. le tiene manía al enemigo de fulana! O porque le quiere tocar los cataplines a Rajoy, si hablamos de Mari Rosa, en vez de Mari Carmen. Entretenidísimo. Y luego protestaremos porque el país se cae a pedacitos.A lo más sensato que llegamos es a algunos socialistas extraterrestres que protestan porque el debate de las personas se ha adelantado al debate de las ideas. Pero ya sabemos que cuando un político habla de ideas se suele referir a ideología, no a soluciones. Así que, a juzgar por lo que vemos en el circo, las propuestas políticas de futuro oscilan entre la telebasura de Pedro J. y la ideología de los dinosaurios. Y a nadie se le pasa por la cabeza pedirle a un político soluciones y capacidad de gestión demostrada. Aquella cosa antigua de que uno haya sido un buen gobernador del estado, o un senador notable, antes de ser candidato a presidente.
¡Quia! Al contrario. La cosa es salir mucho por la pequeña pantalla, aunque sea para hacer el payaso.
Ahora resulta que Pachindacari tiene prestigio. Y va a ser número dos del PSOE, el nuevo Pepiño, acompañando al que tiene experiencia. Pero por dios, ¿prestigio de qué, experiencia de qué? Ah, eso no importa un carajo; lo que importa es ser famosa. Que le pregunten a Díez. Así que tenemos una guerra de famosas en el PSOE, de la que saldrá la alternativa a quien el dedo de Aznar convirtió en famosa a su vez. ¿Hay alguien que tenga huevos para apostar a que las cosas van a salir bien?