¿De verdad podemos hacer un aterrizaje suave? Pues… depende
Sefuela
Hace bastantes años, mientras tomábamos unas copas, un par de pilotos de línea comercial me contaban que la mejor forma de aterrizar era hacerlo bruscamente. Era mucho más seguro que hacerlo de forma suave, aunque ligeramente más incómodo para el pasaje.En Economía ocurre normalmente lo mismo. Los ajustes bruscos, profundos y rápidos, son dolorosos, pero permiten recuperaciones más rápidas (conocidas como en V) que los aterrizajes suaves, que suelen ocasionar recuperaciones en U. Sin embargo, en los últimos días se han multiplicado las voces que claman porque la reducción del déficit se haga de forma más lenta de lo pactado con la UE. Piensan que esto ayudaría a no profundizar la recesión sin dañar la convergencia presupuestaria hacia el equilibrio. Y es cierto que ajustes presupuestarios, en una economía como la nuestra, que ya ha sufrido tremendos ajustes laborales y está en recesión, pueden llevar el dolor de los mismos a niveles alarmantes. Hacen bien en pensarlo, pero no en decirlo.
Lo que apuntan es rigurosamente cierto. No pasa nada si el equilibrio se alcanza en dos o tres años más de lo pactado actualmente. Salvo que hay unos señores sueltos que se llaman inversores (o especuladores para los demagogos) que tienen la extraña costumbre de que no les gusta nada que les mientan. Si son engañados, se alejan hacia otro sitio y tardan en volver.
Tanto Rajoy como De Guindos han estado impecables en sus manifestaciones sobre esto. “Cumpliremos lo pactado. En este momento es el 4,4% para 2012”. Es exactamente lo que tenían que decir. Reafirman su voluntad de cumplir los compromisos y, como a estos señores tan raros les gusta hacer negocios con gente que cumpla, no espantan a los que tienen que financiarnos.
Ahora bien, el FMI ha puesto en bandeja una oportunidad de oro, que el gobierno español ha cogido al vuelo, en lugar de quedarse mirando las nubes. Ha dicho que se debería suavizar la senda del ajuste. Lo que da pié a que se puedan acordar en Europa sendas de ajuste menos dolorosas. Soros y algún otro gran gurú han defendido en Davos la necesidad de salir de la crisis mediante crecimiento, encontrando fórmulas para facilitar financiación a los Estados que permitan compatibilizar unos ajustes algo más suaves con políticas claramente orientadas al crecimiento, como os contaba aquí http://tinyurl.com/766fq4k . Tiene especial sentido cuando nos podemos encontrar subidas del precio del petróleo superiores al 30% como consecuencia de las tensiones en Irak. http://tinyurl.com/86gwhkh
El gobierno debe mantener, de momento, su firme voluntad de llegar al 4,4%, pero la referencia temporal al hablar del 4,4% (“en este momento”) deja claro que podría variarse el acuerdo.
¿Y qué ocurre con los malditos bastardos (perdón, mercados, que no es sinónimo aunque muchos lo crean) si se varía el acuerdo? Pues absolutamente nada, salvo que se alargue mucho el plazo para llegar al equilibrio, y comiencen a percibir que no les van a devolver el dinero (otra extraña costumbre, se cabrean por esta tontería no democrática). Si piensan que van a cobrar, y España está dispuesta a cumplir un nuevo acuerdo un poco menos duro, ni se cabrean, ni se van a otra parte. No pasa nada.
Otra cosa muy diferente sería hacer esto de forma unilateral, como parece defenderse desde el PCHOE (Partido Chapucero Obrero Español). Esos señores tan raros se sentirían engañados, y se irían con la música, las películas, y los billetes a otra parte. No podríamos financiar nada, y acabaríamos pidiendo a Gibraltar que extendiese la soberanía británica a toda España. Se puede negociar y cambiar los plazos. Pero para que no tenga efectos negativos, hay que hacerlo con discreción, y anunciar el resultado por sorpresa. Por eso no pueden decir lo que dicen.
Dos breves apuntes más. El primero para lamentar que a Ana Pastor (a quien considero excelente periodista) se le escapase la tendenciosidad al preguntar a De Guindos sobre el ajuste autonómico, diciendo que el PP gobernaba en casi todas las autonomías. El resto, impecable por parte de entrevistadora y entrevistado.
El segundo es que es imposible tener la seguridad a priori de que se toman las medidas correctas. Tan sólo lo sabremos con certeza dentro de 10 años.
Ya lo decía Alfred E. Neuman: “La Economía es la ciencia que dice que el mejor momento para comprar algo fue hace seis meses” –
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