Percibo una sintonía pintoresca entre Gaspar Zarrías y la mona Chita.
El exconsejero andaluz de Presidencia y actual secretario de Ciudades y Política Municipal del PSOE, Gaspar Zarrías, ha manifestado este martes que es un hecho objetivo que en ocasiones se da una "sintonía pintoresca" entre determinadas actuaciones de la juez que instruye el caso de las irregularidades en los expedientes de regulación de empleo (ERE), Mercedes Alaya, y las del Partido Popular.
Lo que yo decía. Es un hecho objetivo que a la hora de votar en el parlamento, tanto Gaspar Zarrías como la mona Chita votan simultáneamente con las manos y los pies. Cosa que no resulta nada sorprendente entre los antropoides, con la excepción de Homo sapiens y sus antecesores más directos.
¿Es buena esta "sintonía pintoresca"; es mala? Pues depende. Por una parte el parlamentario antropoide vale (vota) por dos. Y por otra, su rudimentario desarrollo cerebral le hace conducirse más por filias y por fobias que por ese delicado ejercicio que llaman razón. Aunque esto último es dudoso que en el partido de la mona Chita se considere como una desventaja. Por lo menos , a juzgar por el secretario general que han elegido para su grupo parlamentario:
Aunque bien pudiera parecer que es un guiñol, Acebes existe. Es de carne y es de hueso. Desconocemos el color de su sangre y el drenaje de sus riñones pero sabemos a ciencia cierta que Acebes respira y que Acebes anda. El Señor en cuestión es éste de la fotografía ¿Qué me dicen de él? Fíjense en esa postura de cura franquista cargado de odio y rencor, esa predisposición al permanente vómito tan característica de los demócratas de centro reformista. ¿No les molesta la foto? A mí sí. Si me acerco a la imagen me pongo nervioso. Es como si de esa boca saliera un insoportable aliento sobrecargado, un penetrante olor a vinagre caducado que me revuelve en mi silla. [-->]
La política del cuadrúmano tiene estas cosas. Consigue una gran eficacia a la hora de motivar a los simpatizantes. El grupo se cohesiona, y se mantiene siempre presto para saltar al cuello de quien quiera que sea en ese momento el enemigo. Por ejemplo, jueces que investigan lo que el partido ha robado con las manos y con los pies. Marino Barbero, Mercedes Alaya, o cualquiera que mire donde no debe de mirar. Y sin duda resulta muy útil tener acoquinado al personal. Se puede robar con mucha mayor tranquilidad. Pero no hay mirlo blanco, ni herramienta que no tenga inconvenientes junto a sus ventajas. Y al hacer tanto hincapié en filias y fobias, se puede, no sé, acabar poniéndole un altar a los etarras.
Muy peligroso. Hay que protegerse del antropomorfo. Frente a los altares a los etarras, tal vez habría que pensar en erigir altares a las diosas de la razón. Afortunadamente, de momento no faltan. Hoy mismo tengo duda entre dos. Así que vaya por ambas:
Y a la juez Alaya, con foto. En desagravio al ataque del primate. Toda la pinta de sapiens sapiens. --–
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