"Ser" gallego.
Vivimos en tiempos de ontología, como en la Edad Media. No se trata de hacer, o de aprender, o de comprender; se trata de “ser”. Ser vascopiteco, ser gallego, ser catalán (pero jamás español); ser progre; incluso ser gilipollas, porque el caso es ser.
Ser galego non é ler La Voz de Galicia nin ver a TVG. Ser galego significa que buscaches e atopaches a túa identidade. [-->]Lo mismo es ser también un pouco imbécil, porque manda huevos "ser" algo que primero hay que buscar y encontrar. No eres lo que eres, sino lo que tienes que encontrar. Y no eres más tonto, porque ya has llegado al límite de la escala.
Rara ontología, que no estudia las propiedades del ser, sino los deberes del ser. No lo que el ser es, sino lo que tiene que ser. Acaso ontología moral. Que viene a ser la Edad Media, pero todos con cilicio, y por cojones.
El lector, estupefacto, se preguntará de dónde sale esto. De un organismo llamado Correlingua, que debe ser una forma de jamada de tarro de ontología moral para lactantes. Un poco de presión psicológica por aquí, otro poco de amenazas por allí, pasta pública a mansalva, y ¡hops!:
Preferimos unha persoa do Bierzo que fale o idioma a unha de aquí que non o fale.Ya; vale, entiendo. Preferir, puedes preferir lo que quieras. Mismamente, meterte un dedo en el culo y ponerte a silbar. Parece lo propio para ese nivel de inteligencia. Lo que resulta dudoso es que nadie en su sano juicio se desviva para resultar "preferido" por una recua como esta de Correlingua.
Bueno, que me perdonen nuestros Luises gallegos por excelencia, Bouza y Les. Yo también soy gallego, aunque sea adoptivo. Que se puede tomar por una forma más elevada de ser gallego, porque depende de la voluntad y del gusto, y no de las circunstancias. Pero lo mismo que le metemos caña al vascopiteco, precisamente porque lo llevamos dentro, también habrá que meterse un poco con el onto gallego moralizante, que se pasa el día buscándose y encontrándose. Antes ibas por el mundo, y en cualquier parte encontrabas un Ciudadano Pereira, que normalmente te sacaba de un apuro. Ahora no. Ahora no lo puedes encontrar, porque él mismo se está buscando.
Si Proust hubiera nacido hoy, sobreviviríamos una hepatitis a base de leer En busca de la identidad perdida. A poder ser, en gallego.
Lo cuenta Galicia Bilingüe: