El desafío
Octavio
En esta legislatura nos enfrentaremos al desafío independentista o, al menos, si yo fuera nacionalista separatista lo plantearía sin dudarlo.En el escenario actual, si Mariano fracasa con las reformas, es el momento del “España nos lastra”, si acierta…”España nos roba”, en cualquier caso se trataría de aprovechar la única oportunidad que quedaría ante la irremisible extensión de una idea que empieza a calar, que el Estado Paleto de Reivindicación Permanente, o mal llamado Estado de las Autonomías, pone en peligro el verdadero Estado que a todos nos interesa… el del bienestar común.
Alguno puede albergar dudas acerca de si realmente si “nuestros” nacionalismos mas moderados (de existir alguno con esa cualidad) se la envainarían, pero si como todo indica, los proetarras acceden el gobierno vasco, el desafío se produce si o si… ni tan siquiera ellos podrían justificar tanta sangre derramada y tanto sufrimiento en nombre de una idea para abandonarla al primer toque de moqueta. Recordar que serán unos hijos de puta, pero lo que no son tontos y su propia parroquia se lo demandaría.
A rebufo y como siempre, el nacionalismo pedigüeño y miserable catalán.
El Confidencial:
La entidad del desafío estriba curiosamente en la diferencia de los objetivos finales de ambos nacionalismos y los sujetos afectados directamente.Una vez alcanzada la independencia, los nacionalistas vascos se centrarían en su ombligo y dada la historia precedente, por nada del mundo me gustaría vivir allí. El objetivo del separatismo catalán es de mayor calado político…la destrucción de España.
Una realidad llamada España no puede sobrevivir a una Cataluña independiente o esta se convierte en inviable, por muchos motivos…entre otros, los siguientes:
Ha llegado el momento de hacerles frente o de facilitarles la salida, en cualquier caso…deberíamos hacerles llegar el mensaje de que España, con ellos o sin ellos, continuará.