Después de cien días: un panoli.
Vale, ya han pasado los cien días que me decíais que había que esperar antes de criticar a Rajoy. No entiendo lo de esa espera. Me valdría para conseguir objetivos medibles. No sé, un cambio en la tendencia de la destrucción de empleo, o de la actividad económica. Y cien días son muy pocos para que se note el efecto de ese tipo de planes que se hayan llevado a acabo. Pero hay otros detalles en política, como pueden ser los gestos, para los que no hacen falta cien días. A menudo, ni cien horas. Y por eso no hacía falta tanta espera para juzgar al vaina este. Al contrario, hubiera sido mejor darle caña desde el principio, y no dejarle que se acomode.
Se pueden poner unos 14 millones de ejemplos, y a todos se nos ocurren muchos de ellos. Pero voy a centrarme en uno, que yo ni siquiera conozco, pero del que todo el mundo habla. Y que nos da la clave de la definición de este supuesto gobernante: es un panoli. Y la muestra es TVE.
A nadie se le va a pasar por la cabeza que el rey del Teledeporte está lleno de cuitas de regeneración democrática (rejejequé?), y que se desvive por hacer una televisión pública independiente y objetiva. Y que es por eso por lo que anda con mucho tiento a la hora de hacer cambios en el ente, y sobre todo, de exigir que el cambio se note. Ni es tan tonto él, ni somos tan tontos nosotros. Y además, esa televisión angelical hipotética imposible ni siquiera es una prioridad en este momento. Todos sabemos las prioridades, y con TVE solo se puede enfocar esas prioridades, o por el lado de la racionalidad económica, y se cierra, o por el lado del gesto político, que es hacer saber quién manda aquí. Gesto que luego viene muy bien para todo lo demás, y especialmente para que le tomen en serio.
Pero nos hemos enterado, y en buena medida a través de TVE, al decir de los que la ven. Aquí manda un tipo con cara de panoli, con parla de panoli, con actitud de panoli, y con gestos políticos de panoli. O sea, un panoli. O sea, Mariano Rajoy.
No, no exagero, ni uso la palabra impropiamente:(Del valenciano pa en oli, pan con aceite, una especie de bollo).
1. adj. vulg. Dicho de una persona: Simple y sin voluntad. U. t. c. s.
Sí, ya sé que como decía el desaparecido Tucídides, el Mariano ha demostrado mucha soltura a la hora de cortar cabezas dentro del Partido Popular. Pero habría que fijarse en qué tipo de cabezas y en qué motivos. Y entonces te das cuenta de que no le estorba ni le preocupa la corrupción, ni la gestión pública desastrosa, ni el alcalde más despilfarrador de España (en medio de una crisis financiera de órdago). Lo que le preocupa es cualquiera del que el espejito mágico le pueda decir que le gana en popularidad. Solo el terror de un panoli cagueta ante la gente con más categoría le da fuerzas para tomar decisiones drásticas.¿A alguien le extraña el resultado de Andalucía? La gente tenía la tendencia a echarle la culpa a los andaluces. ¿Cómo pueden haber votado a los desaprensivos que se llevan el dinero del paro en carretadas? Pues muy fácil; no han hecho eso. Lo que han hecho es no votar al valido del panoli, una vez ha quedado despejada la última duda de que es un panoli. Cosa que ocurrió, aproximadamente, unas cien horas después de que ocupara el cargo.
Es el sueño del viejo don Pío. El gobierno, cuanto menos gobierne, mejor - solía decir. Pero no sé yo si estamos en el mejor momento para hacer el experimento.