Impresiones desde Argentina
Nota: viene de una conversación colectiva por email, pero me ha parecido muy interesante. Pongo nick al autor.
Rubén
- Mas o menos desde 2002 existen los llamados "planes sociales" que son asiganciones de dinero para los desempleados crónicos. No trabajas, no trabajaste nunca, jamás aportaste, eres un marginal? Bienevenido, estos planes son a tu medida! El Estado Nacional te paga los vicios. Poco, pero te paga. (no confundir con el seguro de desempleo, este implica que se haya trabajado alguna vez)- Desde ¿2009? existe la llamada Asignación Universal por Hijo. Un regalo del Estado Nacional, todos los meses, por cada hijo menor de 18 de quienes trabajan informalmente y desocupados.
Sumando ambas (planes e hijos) una familia puede asegurarse un ingreso pasable con solo pedir que Cristina te mantenga. No es de extrañar que en muchos rubros, especialmente la Construcción, trabajen casi todos extranjeros.
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Desde 2003 en adelante los precios de los combustibles líquidos (y aquí interesa el caso Repsol), gaseosos, la energía eléctrica, el transporte público, viene funcionando con tarifas fijadas o negociadas por el Gobierno. Por debajo de los valores internacionales gracias al mentado “costo argentino”. Esta idea delirante es que si el petróleo (por ejemplo) está internacionalmente a 100 USD el barril, en Argentina ese precio es inpagable y por lo tanto debe pagarse 50 USD. En estos años las ventas de combustible han sido no ha pérdida pero a ganancia marginal, pero nadie se ha querido perder el negocio. A cambio el gobierno subsidió a las empresas y les permitió sacar la renta al exterior sin cumplir los compromisos de inversión. Repsol entró en el juego y ahora pagaron caro la amistad.
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Desde 2003 el discurso del gobierno peronista ha sido contra las llamadas “empresas privatizadas”, es decir contra las empresas de servicios que fueron estatales y se privatizaron 20 años atrás. Las primeras en ser reestatizadas fueron las de agua (norteamericanos y franceses). Luego el Correo (argentino), después Aerolíneas (Marsans) y ahora YPF.
El final es previsible. En algún momento el “modelo” se va a quedar sin combustible, que son los fondos que dilapida, mantendrá momento por un tiempo pero inevitablemente va a estallar en otra crisis de las que tanto nos gusta participar.
El resultado esta vez, lo anticipo, va a ser la destrucción de lo que queda del peronismo. Puede que a la larga no sea tan malo…pero seguro vamos a tener un show con fuegos artificiales .
- Lo cierto es que las políticas de subsidios, que funcionan como una escenofrafía de cartón pintado para el “modelo de crecimiento con inclusión social” que predican estos turros, y que sería la antítesis del neoliberalismo salvaje e inhumano de los noventas, consume fortunas, y con el correr de los años se hace cada vez más difícil de sostener. Así que cada tanto nuestro bendito Estado Peronista incurre en sus periódicos ciclos de megadelincuencia y sale a hacerse de algún botín que le de oxígeno.
El primer intento fue el de subir el impuesto a la exportación de soja, que en 2008 casi se lleva a la Presidenta dado que los agricultores se levantaron poco menos que en armas. Luego vino la nacionalización de los fondos de pensión, luego las reservas del Banco Central, que pasaron a ser de libre disponibilidad, y ahora la caja de YPF que factura 60.000 millones anuales.