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La curiosa cosa esa de los no-nacionalistas. A @javimontillabcn

Dedicado a Javier Montilla (@javimontillabcn), con disculpas de antemano.

Protesta por las opiniones que se vierten “desde los medios sitos en Madrid”, contra el catalán y contra Cataluña. En un reciente artículo, llamado Más allá del puente aéreo [–>]. Y me parece un ejemplo muy bueno de un problema que sufren esos que se definen a menudo con esa extravagante expresión de “no nacionalistas”.

Confieso que yo mismo la he usado a menudo de auto referencia. La costumbre. Pero siempre con incomodidad. Cualquier expresión nueva, para un fenómeno que no puede ser nuevo, es sospechosa. Y si es una expresión que sólo existe en un lugar del mundo -España- todavía más mosqueo. ¿Qué diablos puede ser un “no nacionalista”? ¿ ¿Alguien que quiere que no haya naciones? Eso ya tiene nombre, y se dice internacionalista. O de filosofía apátrida. Pero no tiene nada que ver con nuestros “no nacionalistas”.

Montilla nos da unas claves.

Pero, del mismo modo, me rebelo contra ciertos ataques que está recibiendo Cataluña y, en no pocas ocasiones, la lengua catalana, desde ciertos medios de comunicación y de algunos profesionales que se dicen eruditos. [-->]

Si alguien opina que las castañuelas son un instrumento musical muy menor, no está "atacando" a las castañuelas, por la sencilla razón de que las castañuelas no tienen sistema sensorial. Ni la castañuela concreta que se toca con las manos, ni la idea de la castañuela. Uno no "ataca" un edificio por mucho que opine que el edificio es muy feo. Por ejemplo la Sagrada Familia. Ella ni se entera de la opinión. Pero un entusiasta de la Sagrada Familia se podría sentir herido - si presta excesiva importancia a las opiniones de los demás. Pero entonces el ataque sería a los entusiastas de la Sagrada Familia, no a la Sagrada familia. O a los de las castañuelas. O a los del catalán - pero no al catalán.

Del mismo modo que nadie dice se ataque a Francia por mostrar opiniones negativas sobre algún aspecto relacionable con la cultura o la la nación francesa. Le mirarían raro. Ni a España. Su puede, como mucho, decir que algo es una ofensa para los naturales de un sitio. Pero parece que las únicas “naciones” atacables del mundo sean Cataluña y Vasquilandia. ¿Será porque son naciones imaginarias?

La mera idea de un “ataque” al catalán, o a Cataluña, necesita un sustrato mental hiper nacionalista. Una metáfora ridícula por la que se conceden cualidades de ser vivo a lo que no las tiene - lengua, nación. Y el birlibirloque de sustituir las personas por una cosa. Un truco nacionalista, que estos curiosos “no nacionalistas” se han tragado entero.

Muchos estamos cansados de repetir una y otra vez, aunque desde Madrid se contemple las cosas con una displicencia que a veces es igual de hiriente que los ataques que recibimos de los nacionalistas, que en una sociedad bilingüe como es la catalana tener una educación bilingüe debería ser la regla y no la excepción. Y, por tanto, es igual de vergonzante defender el modelo de la inmersión lingüística obligatoria en catalán, como apostar por la uniformidad sólo en castellano. Eso sería ver un problema con la visión que sólo existe en la cabeza de los totalitarios. Aunque no les guste, el modelo que respetaría los derechos de todos los catalanes sería el de la escuela bilingüe –o trilingüe para alcanzar la excelencia-. [-->]

Pues lo siento mucho por el cansancio de Javier. Pero desde Vasquilandia Tremebunda, opino lo contrario. Por ejemplo que hay mucho "no nacionalista" abducido por el nacionalismo. Muy especialmente en Cataluña. Y que esa abducción produce aberraciones de pensamiento y opinión. Como lo de "atacar" a una lenngua. O como pensar que una educación bilingüe debería ser la regla en una sociedad bilingüe. ¿De dónde sale eso? California o Florida son sociedades bilingües, sin educación bilingüe. O las reservas indias. Lo mismo que Normandía o Córcega, y tantas regiones de Italia y de Alemania. O la isla de Man. O los innumerables ejemplos que le voy a ahorrar, que no le dan vergüenza a nadie.

No hay “la regla”. El mundo no venía con instrucciones de uso al respecto. Se puede preferir una de las lenguas de una comunidad bilingüe para la educación, como se puede preferir usar las dos, o ninguna. O, más raramente, se puede optar por la libertad. Que estudie cada cual en lo que le pete, y pronto solo habrá una lengua, con lo que se acabó el problema.

El bilingüismo no es una situación natural, estable. Nadie mantiene dos lenguas por el puro capricho del esfuerzo de hacerlo. Solo suele ser la fase de transición de una lengua de menor conveniencia por otra de mayor. Salvo que anden por ahí los (sí) nacionalistas dando por saco, y fabricando neonacioncitas. Deja que cada cual estudie en lo que cree que le conviene, sin tratar de decidir cuál “debería de ser la regla”, y la naturaleza siempre se las apaña sola.

Let them die (En inglés, y de recomendación especial para abducidos).

- ¿Y lo de "no nacionalistas"?

Una bobada. Es por abreviar, pero no es una expresión nada afortunada. Algunos serán "españolistas", con gran amor y afición por una España con todas sus partes. No tiene nada que ver con el nacionalismo [-->], y no se me ocurre que nadie pueda objetar nada sin ser un descerebrado. Al contrario que con el nacionalismo, que sí tienen muchas cosas que objetar. Otros no serán particularmente españolistas, pero en la duda entre tener nación España o una nación Cataluña o Vasquilandia, tienen claro que prefieren de largo la primera.

O sea que somos antinacionalistas, sin mayor problema que quien sea, por ejemplo, anticomunista, antifascista, etc. ¿Qué pasa? Pero lo mismo que nadie se define como no-comunista, no-fascista, etc, lo de no-nacionalista es una bobada. Aparte de cursi. Javier: antinacionalista, con dos cojones, y la cabeza bien alta. Y eso quiere decir anti nación catalana, o vasca, por supuesto. Porque para fabricar esas naciones primero te tienen que quitar la que ya tienes, que da la casualidad de que te gusta más - o te disgusta menos.

Un saludo cordial.