Pérez Reverte le arrea un tuiteo a Mariano
Pérez Reverte (@perezreverte) se ha convertido en un clásico de las tardes de domingo en Twitter. Se despacha. Y no es cualquier cosa, porque tiene 437.945 colgados que siguen sus tuits. Seguimos. Yo no creo que haya nadie en España con tanto impacto en ninguna red social. Tal vez algún deportista, o alguna cantante maciza, pero me refiero a opinión. (Nota: en 45 minutos veo que ha pasado a 440.966 seguidores de la cuenta)
Por poner unas comparaciones fáciles:
Periodistas:
- Pedro J. Ramírez: 110.000
- Nacho Escolar: 157.000
Políticos:
- Ruby: 134.000
- Esperanza Aguirre: 107.000
- Mariano Rajoy (que ya son ganas): 346.000
- Gaspar Llamazares 89.000 (más que Cayo Lara)
- Elena Valenciano: 35:000
Con unos tribunales de Justicia cuando no politizados o venales, a menudo lentos y abúlicos. El golfo, impune. Y el ciudadano, indefenso.
Esos políticos de todo signo(hasta sindicalistas,rediós)puestos en cajas de ahorros para favorecer a partidos y amiguetes.Impunes,todos.
Me creeré a un presidente de Gobierno, sea del color que sea, cuando confiese públicamente que este Estado-disparate es insostenible.
Cuando alguien diga, señor pesidente, mirándonos a los ojos, “voy a luchar por un gran pacto de Estado con la oposición”
“Me voy a cargar esta barbaridad, racionalizándola, reduciéndola, controlándola, adecuándola a lo real y necesario”.
“Voy a desmontarles el negocio a todos los que pueda. Y a los que no pueda, a limitárselo al máximo. A lo imprescindible”
“Aquí hay dos autonomías históricas que tendrán algo más de cuartelillo, dentro de un orden. Y el resto, a mamarla a Parla”.
“Y el que quiera entrar en política para servir al pueblo, que se lo pague de su bolsillo”.
Pero dudo que haga eso, señor presidente. Es tan prisionero de su propia chusma político-autonómica como el Pesoe lo es de la suya.
Ese toque de jacobinismo es ya imposible.
Tiene gracia. No paran de hablar de soberanía respecto a Europa quienes son incapaces de ejercerla en su propio país. Sobre sus políticos.
Dicho en corto, señor presidente: no hay cojones.
Seguirán pagándolo los mismos, cada vez más, y seguirán disfrutándolo los de siempre. El negocio autonómico beneficia a demasiada gente.
Usted, señor presidente, como la oposición si gobernara, como cualquiera que lo haga en España, seguirá yendo a lo fácil.
A cargar a una población triturada,con cinco millones de parados,lo que no se atreven a cargar sobre sus desvergonzados socios y compadres.
Seguirá haciéndonos aun más pobres, menos sanos, menos educados.Hasta el ocio para olvidarlo y la cultura para soportarlo serán imposibles.
Así que cuando lo pienso, a veces se me va la olla y me veo deseando una intervención exterior.
Que le vayan a frau Merkel con derechos históricos, defensores del pueblo, inmersiones linguísticas, embajadas y golferías autonómicas.
De tanto reírse, le dará un ataque de hipo. De hippen, o como se diga allí.
Lo escribía el poeta Cavafis en “Esperando a los bárbaros”. Quizá los bárbaros traigan una solución, después de todo.
Para esto, que nos invadan los bárbaros de una puta vez. Que todo se vaya al carajo y el Sentido Común reconozca a los suyos. Si quedan.
Recristo. Qué a gusto me he quedado esta tarde, señor presidente.
Lola acaba de abrir el bar. Esta noche me emborracho.Como Gardel en el tango.
Fiera vengaza la del tiempo. Parece un título de Lope de Vega. Un tango adecuado para este pasaje.
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Y, claro, la chiquillería se agita: