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El papel de las lenguas en la destrucción de Yugoslavia

Alex

Estuve el otro día leyendo este ensayo y es muy interesante. Hay copia en el blog de Juan Julio Alfaya: Éste es el resumen:

En este artículo se ofrece una panorámica de los aspectos lingüísticos de los acontecimientos que llevaron a la desintegración de Yugoslavia, con un énfasis en el vínculo entre lengua y nacionalismo. En la primera parte se proporcionan datos generales sobre la composición étnica del país, la situación de las lenguas y las políticas lingüísticas. A continuación se muestra cómo los emergentes nacionalismos étnicos, avivados por circunstancias económicas y políticas desfavorables, engendraron disputas lingüísticas, sirviendo la lengua como tapadera de problemas sociales y ambiciones políticas.

Se proporcionan ilustraciones de las estratagemas lingüísticas y retóricas empleadas para generar odio interétnico y abonar el terreno para el conflicto armado, mostrando cómo la guerra en Yugoslavia se inició en el campo de la lengua. Finalmente, se deja constancia del papel de la lengua como uno de los símbolos más importantes de la identidad nacional y de la soberanía política en los nuevos estados creados sobre el antiguo territorio yugoslavo, con referencia particular al destino insólito de la más importante de las lenguas de la federación, el serbocroata. En definitiva, el ejemplo de Yugoslavia pone firmemente de relieve el potencial destructivo del nacionalismo étnico y lingüístico en formaciones estatales multiétnicas y multilingües bajo presión a causa de un conjunto de circunstancias desfavorables.

Vascuence por saco


  • Luis I. Gómez 2013-01-30 08:27:59
    Tremendo, pero conocido. Esta entrada me recuerda uno de mis primeros textos en DEE, "Manuscritos e identidad nacional". La lengua, la identidad .... no aprendemos los humanos....
  • Mikel Buesa 2013-01-29 18:36:38
    Gracias por la referencia. Leeré el artículo con mucho interés. De momento sólo aportaré esta cita de Dzevan Karahasan en "Sarajevo. Diario de un éxodo" (Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2005): "No podemos olvidar que el mundo primero fue escrito, luego pronunciado y sólo después existió materialmente. Y no podemos olvidar que vengo de un país devastado".
  • Rawandi 2013-01-29 17:07:35
    Alex, ¿menciona ese ensayo algo sobre la religión? Porque yo tenía entendido que el principal factor criminógeno en Yugoslavia habían sido precisamente las diferencias de religión que a su vez determinaban las diversas variedades de nacionalimo religioso.
    • plazaeme 2013-01-29 17:28:47
      Hola Rawandi. Dado que lo puedes leer tú mismo, en cualquiera de ambos enlaces, la pregunta parece retórica. Por otra parte el autor está especializado en lingüística y sociolingüísitica. y por tanto se enfoca en eso. Lo dice el título. La relación entre lengua, nacionalismo, y la destrucción de Yugoslavia. ¿Quiere eso decir que la religión no ha podido usarse del mismo modo que la lengua, o que el coño de la Bernarda, para los mismos propósitos? De ningún modo. Además, a la muerte de Tito, la mayor parte eran ateos. Lo que no hizo Tito, y lo explica muy bien en el artículo, es dar preeminencia política a una lengua (por ej serbocroata) sobre las demás. Para Bugarski, esa buena parte de la clave. Para ti no, ya lo comprendo. Suele pasar. Nota: Los eslovenos son mayoritariamente católicos, y los croatas también. La mayor parte de los montenegrinos son ortodoxos, y los serbios también.
    • Rawandi 2013-01-30 17:04:59
      Dices que me "comprendes", pero en realidad me has malinterpretado. Yo no he negado en absoluto la importancia del factor lingüístico -un factor reforzado irresponsablemente por las políticas del dictador Tito- en posteriores las guerras de Yugoslavia. Simplemente denuncio la absurda tendencia, compartida según parece por Bugarski, a minimizar o no reconocer en absoluto la importancia del factor religioso como motor de esas masacres nacionalistas. Porque la paranoia nacionalista se ha apoyado tradicionalmente tanto en la lengua como en la religión. Y las guerras de Yugoslavia, aunque no sea polícamente correcto decirlo, eran también guerras de religión.
      • Rawandi 2013-01-31 17:00:41
        Plaza, más arriba afirmabas que para el nacionalismo “no es necesaria la lengua”. Ahora dices que “estrictamente es imposible desligarlos”. Menudo bandazo has pegado. Confundes patriota con nacionalista. Un patriota puede ser nacionalista pero también puede no serlo. El nacionalista concibe la “nación” como una entidad mística inmutable basada en la raza, la lengua y/o la religión, cosa que los ilustrados fundadores de EEUU no hacían. EEUU (y creo que algo similar se aplica a las independencias de Sudamérica) se fundó mediante una revolución democrático-liberal, no mediante una revolución nacionalista. Y me reafirmo en los dos puntos que no te entran en la mollera: 1º las religiones organizadas suelen funcionar como un factor criminógeno: así lo hizo el catolicismo en la Guerra Civil española y también en las guerras de Yugoslavia. Y 2º los diversos nacionalismos de Yugoslavia eran simultáneamente lingüísticos y religiosos.
      • plazaeme 2013-01-31 17:46:20
        ¡Qué coñazo eres, Rawandi! Además de fanático cegado por prejuicios, pareces un pre-adolescente que pretende mear las lejos, sin sacar el pito. Te lo repetiré por tercera vez: - yo tenía entendido que el principal factor criminógeno en Yugoslavia habían sido precisamente las diferencias de religión que a su vez determinaban las diversas variedades de nacionalimo religioso. - El problema es que no se trata de nacionalismo religioso. Y el factor criminógeno no es la religión (ni la lengua). Estás diciendo chorradas. Y te lo voy a repetir cada vez que te quieras salir del tema. no tengo más que copiarlo 😉. Vuelves a equivocarte o trampearte. Del nacionalismo, tras tu pregunta de si puede ser sin lengua, he dicho: - ¿Conoces acaso, en España o fuera de España, algún nacionalismo que no se apoye en una lengua? - Teniendo en cuenta que el nacionalismo lo inventaron los alemanes, y se buscaron la lengua como excusa para hacer una nación grande como las otras, en el sentido estricto sería imposible. Fuera de ese sentido estricto, que no puede darse antes del romanticismo alemán, porque nadie había inventado el imaginario "volkgeist", sí hay cosas a las que se puede llamar nacionalismo, por su enorme parentesco. Desde Viriato mismo, vaya. Entre ellas, los patriotas de la revolución americana. Que aunque contara con "ilustrados fundadores" entre sus guías, no fue hecha por ilustrados de ningún tipo, sino por una plebe bastante localista y pegada al terruño. Te puedes reafirmar en las imbecilidades que quieras. Pero tu firmeza no las convierte en no-imbecilidades. 1º las religiones organizadas suelen funcionar como un factor criminógeno: así lo hizo el catolicismo en la Guerra Civil española y también en las guerras de Yugoslavia. De hecho las religiones organizadas funcionan en general como elementos de cohesión social. Y de apoyo al poder, claro, como todos los elementos de cohesión. No puedes establecer ninguna conexión entre sociedades con menos o ninguna religión organizada, y una menor criminalidad. Pero eso es pensar, y contrastar con la realidad. Ejercicio estrictamente prohibido para los fanáticos Rawandi. Si alguna vez pensaras, aunque fuera como la flauta de Bartolo -por un agujero solo-, podrías ver que si cambias en tu gloriosa sentencia (1) religión por ideología, te sirve aun mucho mejor. Pero pensar queda más allá del placentero jardín de los prejuicios. - 2º los diversos nacionalismos de Yugoslavia eran simultáneamente lingüísticos y religiosos. Solo que la gente normal les llama nacionalismos étnicos, y en aquel caso tenían a eminentes ateos en sus filas. Muchas veces, la inmensa mayoría del batallón. No he visto nunca a nadie lo suficientemente perturbado como para proponer que si en Yugoslavia hubieran sido todos de la misma religión, o todos sin religión, no hubiera habido guerra. Dime (por lo bajinis), ¿ese es tu caso? ¿Te busco ya consulta en el frenopático? De España me da pereza hablar. Pero para que te hagas una idea, mi opinión es que el factor criminógeno principal era la abundancia de cenutrios como tú. El fanatismo sí es un factor criminógeno muy contrastado. Lo que no importa demasiado es el color del mismo. Puede ser religioso, ideológico, patritoco, étnico, da igual. El caso es que todos esos "colores", sin fanatismo no suelen dar mucha criminalidad; y con fanatismo la dan a chorros. Por eso lo que estás diciendo es (1) una imbecilidad y (2) una imbecilidad peligrosa. Oye, ya que discutir contigo es un ejercicio no solo aburrido, sino muy deprimente (por la desesperante e irreparable imagen de la humanidad que queda), ¿no tienes sitios de cenutrios a los que les vaya más esa marcha? Cosa de que aquí podamos soñar con un poco de pensamiento crítico, y hacer como que el mundo no es como es. ¿Eh? ¿De qué ese empeño en restregarnos la mierda de fuera una y otra vez? ¿Acaso para la mierda es una ofensa una pequeña isla de higiene? ¡Pero si es muy pequeñita, joé! No sé, métete en un partido político, o así. Haz lo que sea, pero sé feliz en otra parte.
      • Alex 2013-01-31 01:38:31
        Rawandi: "Ahí demuestras tu supina ignorancia. Esos ejemplos no son válidos porque no se trata de guerras nacionalistas sino de guerras para dejar de ser meras colonias discriminadas por una metrópoli. Los rebeldes americanos no eran nacionalistas; simplemente querían librarse de los abusos de sus respectivas metrópolis (España y Gran Bretaña)..." Rawandi, "las Indias no eran colonias" (como reza el título de un libro del historiador argentino Ricardo Levene), eran provincias de ultramar. Y sus gentes tenían el mismo estatus que los españoles peninsulares, no estaban "discriminadas". En la primera constitución española, la famosa Pepa, el artículo primero reza: "La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios". El art. segundo dice que "la Nación española es libre e independiente y no puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona". Y el tercero afirma que "La soberanía reside esencialmente en la Nación", de la que formaban parte los españoles de América. De modo que las independencias americanas fueron, en realidad, secesiones, no descolonizaciones. Y sobre los nacionalismos americanos, los propios hispanoamericanos los llaman así. Aquí se puede leer sobre qué entienden por tal cosa. Alberto Buela: "Nacionalismos de patria chica". http://www.arbil.org/(20)naci.htm
      • plazaeme 2013-01-30 20:33:45
        Ya te lo había dicho, Rawandi. El nacionalismo es un invento moderno, y está inventado sobre la lengua. Así que estrictamente es imposible desligarlos. Pero contestando a lo que ya estaba contestado, demuestras tu supina imbecilidad. En todo caso, tengo una sorpresa para ti, que no debes de padecer de ninguna "supina ignorancia" (aparte de imbecilidad): The Oxford English Dictionary third definition of "Patriot" is "A person actively opposing enemy forces occupying his or her country; a member of a resistance movement, a freedom fighter. Originally used of those who opposed and fought the British in the American War of Independence." The earliest citation is a 1773 letter by Benjamin Franklin. In Britain at the time, "patriot" had a negative connotation, and was used, says Samuel Johnson to attack "a factious disturber of the government. http://en.wikipedia.org/wiki/Patriot_(American_Revolution)
      • Rawandi 2013-01-30 19:58:32
        "Por ejemplo las guerras de independencia en América (Norte, y Sur). (...) contra los ingleses, que tenían la misma lengua. Y lo que estaban haciendo los rebeldes era una nación. Y en el sur, lo mismo" Ahí demuestras tu supina ignorancia. Esos ejemplos no son válidos porque no se trata de guerras nacionalistas sino de guerras para dejar de ser meras colonias discriminadas por una metrópoli. Los rebeldes americanos no eran nacionalistas; simplemente querían librarse de los abusos de sus respectivas metrópolis (España y Gran Bretaña). Querer librarse de una tiranía colonial no implica ser nacionalista.
      • plazaeme 2013-01-30 19:38:49
        Rawandi, lo hemos entendido desde el minuto uno. Antes, en realidad. Eres tan previsible, con un pensamiento tan archiconocido, que sabemos lo que vas a pensar antes de que lo pienses. Porque lo tienes pre-pensado, y salta el automatismo. En eso consisten los prejuicios. No me vas a liar a una discusión general de la historia de las religiones y los crímenes. Como ese tipo de crímenes existen mucho antes que las religiones, y como después también ha habido ese tipo de crímenes sin la disculpa de la religión, la religión no puede ser su causa. Te pongo dos ejemplos en España: Numancia, y la Guerra Civil. Pero se trata de otra cosa, que tendré que repirte. Y te la voy a repetir tantas veces como haga falta: - yo tenía entendido que el principal factor criminógeno en Yugoslavia habían sido precisamente las diferencias de religión que a su vez determinaban las diversas variedades de nacionalimo religioso. - El problema es que no se trata de nacionalismo religioso. Y el factor criminógeno no es la religión (ni la lengua). Estás diciendo chorradas. Que busques ejemplos de crímenes aplaudidos por religiosos en otros sitios y épocas no hace que la causa de los crímenes de Yugoslavia sea la religión, Ni siquiera hace que la causa de los crímenes aplaudidos por los religiosos sea la religión, pero esa es la otra discusión y no viene al caso. Lo que sí hace es mostrar tu prejuicio y odio, que muestra la patita bajo la capa de buenismo con la que sueles querer cubrirte. En realidad lo que estás haciendo es satanizar a unos creyentes con anécdotas falaces, desde una creencia distinta. Eso es estrictamente lo que les achacas a ellos. Y se llama proyección.
      • Rawandi 2013-01-30 19:26:16
        Te lo diré más claro para que los entiendas: Las religiones son corresponsables directas de innumerables crímenes cometidos en nombre de Dios y aprobados oficialmente por sus jerarquías. Y, aliándose con las mitologías nacionalistas, las religiones han sido una de las causas principales de carnicerías como la ocurrida en Yugoslavia. La Iglesia católica se las ha arreglado para "estar ligada" siempre al nacionalismo. En España, la Iglesia ha sabido aliarse simultáneamente con todos los timadores nacionalistas: con el nacionalismo españolista franquista, con el nacionalismo vasco tanto aranista como etarra, con el nacionalismo catalán.
      • plazaeme 2013-01-30 18:57:13
        ¿Conoces acaso, en España o fuera de España, algún nacionalismo que no se apoye en una lengua? Teniendo en cuenta que el nacionalismo lo inventaron los alemanes, y se buscaron la lengua como excusa para hacer una nación grande como las otras, en el sentido estricto sería imposible. Pero como idea general, casos a patadas. Por ejemplo las guerras de independencia en América (Norte, y Sur). En el norte, españoles y franceses ayudaban a los rebeldes de las colonias inglesas, que tenían otra lengua, contra los ingleses, que tenían la misma lengua. Y lo que estaban haciendo los rebeldes era una nación. Y en el sur, lo mismo, pero intercambiados los papeles. No trates de enredar y de salirte del charco al que te ha llevado tu prejuicio. Tu pega era: yo tenía entendido que el principal factor criminógeno en Yugoslavia habían sido precisamente las diferencias de religión que a su vez determinaban las diversas variedades de nacionalimo religioso. El problema es que no se trata de nacionalismo religioso. Y el factor criminógeno no es la religión (ni la lengua). Estás diciendo chorradas.
      • plazaeme 2013-01-30 18:45:26
        Rawandi, cuando "están ligadas" implique "ser causa", hablamos. Eso es de primero de los Forestales Juveniles. En segundo dan lo de si "están ligadas" unas veces, y otras no, habrá que contemplar que la causa esté fuera. Y en tercero, lo de si las religiones "están ligadas", pero muchas otras cosas también "están ligadas", y todas ellas suponen simples "diferencias", tirando a arbitrarias, la cagamos tía María. En resumen: tienes que empezar por primero de FJ.
      • Rawandi 2013-01-30 18:37:16
        Que las religiones están "ligadas al mal" es un hecho histórico, aunque muchos, incomprensiblemente, prefiráis negar o silenciar esa realidad. Las religiones “reveladas”, en concreto, han respaldado siglo tras siglo las más cruentas salvajadas cometidas en nombre de sus respectivos dioses (Yavé, Cristo, Alá, etc.). ¿Conoces acaso, en España o fuera de España, algún nacionalismo que no se apoye en una lengua? Lo dudo mucho. Los irracionalistas Herder y Fichte ya señalaron la importancia capital de la lengua para toda comunidad nacionalista. Los principales elementos culturales en los que se basa el nacionalismo moderno son la lengua y la religión. Ahí está, por ejemplo, el nacionalcatolicismo vasco inventado por Sabino Arana, similar al nacionalcatolicismo croata del fascista Pavelic o al más recientemente del presidente Tudjman. Y aunque los etarras son comunistas, cuentan con la simpatía de varios centenares de sacerdotes vascos (aunque el clero vasco se decanta en general por el PNV), del mismo modo que el presidente comunista Milosevic contaba con el respaldo explícito de la Iglesia ortodoxa.
      • plazaeme 2013-01-30 17:30:27
        Rawandi, teniendo en cuenta que no andamos precisamente escasos de paranoias nacionalistas por aquí, se puede esperar que sepamos algo de ellas. Y en efecto, sabemos. Sabemos que la religión no es en ningún modo necesaria. Aunque es obvio que puede ayudar, como cualquier diferencia a la que un identitismo pueda agarrarse. Tampoco es necesaria la lengua, pero ayuda mucho. Pero es que Bugarski no dice que el nacionalismo (ni la guerra) fuera consecuencia de las lenguas, sino que fueron utilizadas para ese propósito. Tú sí lo dices de la religión: yo tenía entendido que el principal factor criminógeno en Yugoslavia habían sido precisamente las diferencias de religión que a su vez determinaban las diversas variedades de nacionalismo religioso Y ahí es donde estás equivocado, llevado como siempre por la pesadilla de prejuicio que tienes. Necesitas ligar religión a mal. Y donde todo el mundo (normal) ve nacionalismos étnicos (de diferencias culturales, idiomáticas, o religiosas, reales o inventadas), en que en cada caso se agarran a los elemnentos de diferencia que puedan, a modo de herramientas, tú conviertes uno de esos elementos en causa. Pero no es más que la ceguera producida tus fobias, Rawandi. Es de libro, no hace falta ni que te expliques, ni explicártelo.
  • Al 2013-01-29 10:02:07
    Examinar lo ocurrido en Yugoeslavia desde aquí, Expaña, da miedo. Del Blog de Juan Julio; LAS PALABRAS COMO ARMAS Se ha dicho alguna vez que las palabras pueden herir más profundamente que las dagas. Esta sabia observación adquiere nuevos y dramáticos significados en el contexto de la guerra en tierras yugoslavas, que empezó realmente como una guerra de palabras –llevada a cabo más despiadadamente en los medios de comunicación (especialmente en las emisiones de noticias de la televisión)– de las partes en conflicto. Era inevitable, ya que fue solamente por medio del prolongado y virulento abuso del lenguaje al servicio de la propaganda y de la guerra como se generó una cantidad suficiente de odio interétnico que hizo que tradicionalmente buenos vecinos –en verdad, frecuentemente miembros de la misma familia étnicamente mezclada– entraran en cruel conflicto unos con otros. Después de un extendido aluvión de hostilidades verbales parecía más fácil tomar las armas y empezar a matar a miembros de otros grupos étnicos, que habían sido debidamente satanizados y presentados como una amenaza para la propia supervivencia. Uno puede especular sobre cómo se emprende este tipo de campaña de odio verbal a gran escala. En este caso fue hecha una elección obvia, ya que las etiquetas más mortíferas estaban muy a mano –aquellas que hacían referencia a las partes en las horribles y fratricidas matanzas interétnicas durante la Segunda Guerra Mundial, los Ustashi y los Chetniks–. (Los primeros eran unidades militares croatas del gobierno títere fascista de la Croacia Independiente» que cometieron genocidio contra los serbios; los segundos eran guerrillas serbias, de mala reputación también, y que a menudo se tomaron la revancha sobre civiles croatas y musulmanes.) En la viva memoria de muchos, las atrocidades simbolizadas por aquellos nombres fueron fácilmente evocadas junto con sentimientos colectivos confusos de miedo y venganza. La manipulación estribaba en hacer ver que ahora todos los croatas eran implícitamente Ustashi y todos los serbios Chetniks. Merece la pena notar que ambas partes habían hablado profusamente sobre los Ustashi y los Chetniks respectivamente mucho antes de que la guerra estallara en Croacia, en un tiempo en el que aquellos simplemente ya no existían, o eran pocos en número y con escasa influencia. Pero a medida que la guerra fue extendiéndose, estos fantasmas del pasado, tendenciosamente invocados por propagandistas políticos sin escrúpulos, se fueron convirtiendo gradualmente en hombres de carne y hueso, de manera que ambos Ustashi y Chetniks pronto se convirtieron en parte de la trágica realidad. Y cuando la guerra se propagó a Bosnia–Herzegovina, la tercera de las partes que allí se encontraba tenía que recibir un trato análogo. Con este propósito los Mujahadeens fueron inmediatamente imaginados para identificar a todos los musulmanes, mucho antes de la llegada –desde el extranjero– de los primeros guerreros a quienes se podía aplicar esta etiqueta. (La opacidad de este término, sin embargo, dejó el camino abierto para un simple sustituto popular, una vez más preñado de asociaciones históricas: los turcos.) De forma similar, el frecuente uso irresponsable de la palabra genocidio antecedió a la reanudación de actos genocidas; al igual que el necrófilo desenterramiento, con fines propagandísticos, de huesos de la última guerra trajo consigo sólo nuevas fosas comunes. Suficientemente interesante desde el punto de vista de lingüistas y filósofos por igual, estos ejemplos muestran cómo la lengua, habitualmente concebida como reflejo de la realidad, puede también anticipar los eventos de la vida real mediante el conjuro y la verbalización de imágenes de cosas que están por venir. Hasta este punto uno podría decir que las guerras yugoslavas fueron imaginadas por medio de la lengua. Otras técnicas de manipulación lingüística en este contexto, incluidas varias formas de tergiversación semántica, estrategias pragmáticas y artificios retóricos, siendo de interés más estrictamente lingüístico, quedan fuera del alcance de esta discusión, pero pueden ser consultadas en otros sitios. Y, leído esto, veamos el editorial de hoy del Gara; http://gara.naiz.info/paperezkoa/20130129/385113/es/Neofranquismo-mas-puro-estilo-cuartelario Neofranquismo al más puro estilo cuartelario La unidad de territorio, lengua y religión, de destino en lo universal que defendió Franco se hace patente día sí y día también en las decisiones del Gobierno del PP. De hecho, la crisis ha proporcionado una oportunidad al neofranquismo para implementar su agenda de reconquista y restitución. Una tras otra, las medidas de choque se suceden, con intención de generar conmoción, presentadas como un mal menor para evitar mayores desastres. A la contrarreforma educativa del ministro Wert, inspirada en la infame Formación del Espíritu Nacional franquista, le sucede la ley de unidad de mercado que lamina el autogobierno y lesiona la economía de las naciones del Estado. Ayer se conoció el adelanto de Ley de Acción Exterior que prepara Madrid, y de su lectura cabe extraer una conclusión obvia: más de lo mismo, un nuevo ataque, que no será el último. El Ministerio de Exteriores español pretende tutelar la acción exterior de las autonomías, específicamente de aquellas que son un sujeto político diferenciado, con dinámicas propias de proyección internacional. Quiere llevar la política de prietas las filas hasta el punto de obligar a las autonomías, con el pretexto de la «coordinación», a una especie de petición previa, de un «permiso para salir al mundo» al más puro estilo cuartelario. Catalunya es el primer destinatario de este nuevo ejemplo de neofranquismo, máxime cuando la internacionalización de su proceso de liberación nacional entra en una fase decisiva. Y la hipótesis de un referéndum el 8 de junio de 2014, en forma de elecciones con aires plebiscitarios, con candidatura única de país por la independencia, coincidiendo con las elecciones europeas, adquiere relieve en el horizonte. El Gobierno de Urkullu, argumentando que el catalán y el vasco son procesos diferentes -aunque ahora tan iguales- y haciendo de la «marca Basque Country» su única referencia internacional, no se ha dado por aludido. Se equivoca; achicar espacios a la política para que Euskal Herria no cruce los puentes del futuro y proclame en Europa, ante el mundo, su independencia, es algo a confrontar con total antagonismo.