Escándalo Libor: ¿caza de brujas o castigo al sistema financiero?
Sefuela
A lo largo de los últimos meses se ha comentado mucho sobre lo que se ha dado en llamar "escándalo Libor". Me refiero a nivel internacional, si bien en España ha pasado relativamente desapercibido. Se acusa a determinados bancos de haber manipulado en su favor los tipos de interés de referencia de determinadas monedas, que se fijan en la plaza financiera de Londres, y sirven de base para infinidad de transacciones financieras en el mundo. Una vez fijado este índice, se fija el precio del dinero para multitud de operaciones de financiación y/o de inversión.Como consecuencia de las actuaciones de las autoridades regulatorias, algunos bancos han llegado al acuerdo de pagar multas millonarias con el fin de que no se prosiga la investigación. En concreto, Barclays ha pagado 450 millones de dólares, UBS 1500 millones y Royal Bank of Scotland 610 millones. De ellos, tan sólo RBS ha aceptado haber actuado de forma fraudulenta. Las pruebas de ello (ignoro si esas son todas) fueron publicadas en el Daily Telegraph, y mostraban un total de 7 conversaciones a lo largo de 4 años, en las que se acordaba o favorecía la modificación del tipo de interés del yen un asombroso 0,01%.
Ahora bien, debemos tener en cuenta que tanto el Libor como el Euribor se fijan en base a los precios proporcionados por un conjunto de bancos. Son 24 en principio en el caso del Euribor (click aquí para detalles) y unos 14 en el del Libor (este número es variable, click aquí para más detalles) . De esos precios, se descartan los más altos y más bajos (4 y 4 en el Euribor y 3 y 3 en el Libor) y se hace la media del resto de precios para establecer un fixing (precio fijado de referencia)
De esta forma, es fácil inferir que sería inútil que uno o dos bancos intentasen manipular estos precios. Sus cotizaciones quedarían descartadas por altas o por bajas. Haría falta un acuerdo muy general para mover este índice. No tiene sentido encausar a uno, dos o tres bancos por esta suposición. Se requeriría un acuerdo de 8 ó 10 para tener alguna incidencia en el índice. Y si más de 10 bancos consideran que los tipos de interés deben estar más bajos que el mercado, entonces el mercado bajará, y podemos olvidarnos de cualquier consideración de manipulación de los índices de referencia.
Otro aspecto a considerar es si debe considerarse manipulación una variación de un 0,01% en los precios, ya que los bancos establecen los mismos en base a estimaciones de los propios traders, no se utiliza ningún tipo de cálculo matemático que de un resultado con cinco decimales. En mi opinión, que los tipos de interés estén 0,01% más altos o más bajos no supone un problema para nadie. A pesar de esto, debo reconocer que, en determinados casos, esta variación podría dar como resultado cierto beneficio para algunos bancos.
RBS ha pagado su multa, derivada de un acuerdo con el regulador, pero no lo repercutirá a sus accionistas. El dinero saldrá de una menor remuneración de sus empleados mejor pagados, tengan o no culpa de estas supuestas manipulaciones.
La pregunta inmediata que cabe hacerse es ¿Por qué aceptan los bancos pagar multas millonarias si no han hecho nada malo? Para empezar porque la manipulación del mercado es un concepto subjetivo salvo en casos obvios. Si un regulador se empeña en crucificar a una entidad financiera, es imposible que esta salga indemne. El regulador decide si hay pruebas y la sanción a aplicar, con lo cual vale más un mal acuerdo que un buen litigio, casi siempre.
Esto es así, con más razón, si se perciben amenazas desde los organismos políticos. Hace pocos días se ha hecho público que las investigaciones (hasta ahora restringidas al USD y al JPY), se ampliaban al franco suizo CHF . Y Almunia ha declarado que las multas a imponer por los reguladores europeos podían alcanzar el 30% de los INGRESOS de las entidades financieras, lo que las llevaría a la quiebra inmediata. Si nos ponemos en el lugar de una entidad financiera que se enfrenta a este panorama, es obvio que estará deseosa de pagar una multa acordad con el regulador.
Además, existan o no evidencias, todos sabemos que se han realizado malas prácticas desde las entidades financieras. No son angelitos, precisamente, y ellas son más conscientes que nadie de este hecho. Otra razón para llegar a un acuerdo y pagar su parte de culpa en los desmanes que han favorecido la crisis actual. Acuerdo peligroso, salvo que conste la exención de culpa por cualquier otra práctica incorrecta, puesto que puede no ser definitivo, si el regulador decide investigar otra cosa.
Hace unos días se publicó un artículo en la página web del Instituto CFA de analistas financieros que parece insinuar algo parecido. Señala que se han abandonado multitud de investigaciones, sobre supuestas malas prácticas, que presentan una mayor dificultad que este caso a la hora de probarse. Los esfuerzos de los reguladores han pasado a centrarse en el escándalo Libor, olvidando el resto de investigaciones.
Son hechos que respaldan la sospecha de que esta gran farsa está dirigida a hacer pagar a la banca por sus pecados en conjunto, con una excusa que se puede considerar plausible por cualquiera que no conozca lo suficiente los mercados financieros.
Señala el artículo, además, la escasa conveniencia de cambiar todas las cúpulas bancarias. Esta sería la razón de que quien esté pagando, por las malas prácticas de la banca en los últimos años, sea un puñado de traders de nivel alto y medio, y no sus máximos responsables.
Puedo entender y asumir (aunque no me guste) que no se limpie el sistema para evitar males mayores, y que se trampee para encontrar una solución razonable al margen de unas leyes estúpidas. Lo que jamás podrá contar con mi apoyo es que paguen justos por pecadores. Y eso está ocurriendo.