El sándwich de queso, la ciencia, la charlatanería, y el escepticismo.
Diez minutillos de vídeo. Merece la pena. Se entiende perfectamente cómo se puede desmadrar un estudio científico que no significa nada, y convertirse en una imbecilidad mediática según la cual un bocata queso te ayuda a tomar decisiones mejores. Y eso cuando es científico es equilibrado y honrado, y la chorrada sale de la prensa - sin culpa de los autores del estudio. Muchas veces no es ese el caso.
También hay que notar que el ejemplo viene de la neurociencia. Un especialidad inmadura, de frontera, pero sin excesivas concomitancias políticas. Aunque también puede proporcionar fortunas a base de vender humo - como explica el vídeo. Pero imagina si, además, tiene consecuencias políticas. Por ejemplo, implicar que se deben subir los impuestos, y darle mayor poder al gobierno. Y subvencionar toda una rama de actividad económica que carece de sentido, a base de que la pague la peña. Entonces estaríamos hablando de la “ciencia del cambio climático”. Es el mismo proceso que se describe aquí, pero con consecuencias mucho mayores.
Destaquemos el final:
Si alguien trata de convencerles de algo, no confíen simplemente en sus palabras. Hagan las preguntas difíciles, y pidan ver la prueba. Pregunten por la parte de la historia que no se está contando.
Nada más viejo, por otra parte. Hace unos 350 años pusieron esa idea en el lema que hace de divisa de la Royal Society de Londres. Más concentrado, como corresponde a una divisa: Wikipedia explica así el "Nullius in verba":Es una expresión de la determinación de los Miembros (de la Sociedad) para resistir el dominio de la autoridad, y para verificar todas las afirmaciones apelando a los hechos determinados por experimentos.
El vídeo (clic):El problema es que el profano no puede meterse a juzgar, sin más, cuándo se trata de ciencia y cuándo de charlatanería. Necesitaría emplear demasiado tiempo, simplemente para hacerse con un barniz básico de la especialidad. Pero sí tiene otra solución, por otra parte también viejísima. Exigir que esa rama de la ciencia tenga en cuenta todas las opciones y contemple todas las alternativas. Y cuando observe que hay en curso un proceso sistemático de silenciamiento -cuando no de hostigamiento- de la visión crítica, les saque un dedo. O me cuenta usted los problemas que tiene su tesis -y todas tienen, en algún grado-, y me deja escuchar lo que dicen sus críticos, o mejor no le hago ni caso. Empiece por comportarse como un científico que sigue el lema ancestral de la Royal Society, y entonces tendrá toda mi atención.
O sea, el cuento del clima. Una ciencia definitivamente inmadura, que no ofrece pruebas, sino "atribuciones" basadas en una correlación de chichinabo que se está yendo a tomar vientos.
Y que sistemáticamente silencia, obstruye, vilipendia y agrede a la ciencia crítica. Que se atreve a llamar "mercaderes de la duda" a los que ofrecen otras explicaciones, y a los que señalan las incertidumbres abismales en las que se sostiene el cuento. En vez de atender esas dudas, como hacen los científicos de pelo en pecho.