Urdanpillín no es el problema, ni la solución.
Cada vez va tomando más forma de cabeza de turco que va a expiar los pecados colectivos. Del rey, abajo, todos.
Urdanpillín va a pagar por el rey, pongo a Dios por testigo que jamás volveré a ser pobre. De paso, igual paga hasta por la bella Corinna. Y va a pagar por todo el mamoneo de la mamandurria, desde el clan Pujol y Bárcenas hasta los EREs, pasando pro la financiación de los partidos políticos. Va a pagar hasta por los que hacen trampas con el paro, con el IVA, y los que roban el material de los hospitales. Por eso todos odiamos tanto a Urdanpillín; porque ese odio cura nuestras propias culpas.
¿Y así, todos contentos, no? Bueno, menos Urdangarín. Pero es una cagada. Porque eso permitirá que los partidos políticos sigan haciendo el payaso con sus pactos contra la corrupción, propósitos de transparencia, códigos deontológicos, y la biblia en verso. Y con eso, lo que se puede esperar es lo de siempre.Pero tampoco dramaticemos. Muchas democracias han sido un espectáculo de corrupción al en sus orígenes. Inglaterra y Estado Unidos, a principio del siglo XIX, tenían un nivel de corrupción que ya nadie se escandalizaba por nada. Y de la Rusia actual ni hablemos. Así que tampoco tenemos que pensar que somos los campeones del mundo, como si fuéramos de Bilbao o así.
Mejor que pensar que el mundo se acaba (la gente), o que la culpa es de una cabeza de turco llamada Urdanga, podíamos pensar en cómo mejorar. Y no hay mejor sistema que hacerse a la idea de que el dinero público, tan faltante, en vez de "ser de naide" es lo más sagrado del mundo. Por ejemplo, podían seguir con el mismo código de leyes, pero añadir un apartado que diga que si el dinero desaparecido es público, la pena se multiplica por cinco. En vena. Y medalla de honor pensionada para el fiscal que meta en la cárcel a un político. Y una vez que haya cuarenta o cincuenta en el trullo, o ciento cincuenta, seguro que empieza a mejorar el ambiente.
Y no sólo por llevárselo crudo. Malgastar también cuenta. Porque hacer un aeropuerto en medio de la nada, o cualquier otro de los prodigios que nos tienen acostumbrados, puede que sea una "decisión política". Paro aparte de eso es muchas más cosas. Los proyectos públicos deberían tener una memoria con lo que se espera de ellos, y un margen que si no se cumple, les emasculan a los padres de la criatura. Aunque no se pueda descubrir lo afanado. Cosa de que se corten un poco, vaya.
No va a ocurrir. Apuesto. Harán un pacto filfa contra "la corrupción", como si la corrupción no fuéramos todos. Y van a meter en el trullo al yernísimo, pero solo a él. El pobre pringado que solo veía y copiaba lo que tenía alrededor, pero sin mucho cerebro. Pero Urdanpillín no es el problema, ni la solución. O solo es la solución para conseguir que todo siga igual.
Mejor que no nos nos distraigamos con las anécdotas.