Ruiz Soroa: Explicación, justificación… y tomarnos por tontos
El siempre fino y difícilmente mejorable Ruiz Soroa:
EL CORREO 19/03/13 J. M. RUIZ SOROASabemos que la sociedad ha decidido, de manera callada y bovina, «pasar página cuanto antes». Y para ello nada mejor que abstracciones tipo ‘conflicto’, ‘violencia’ y ‘diálogo’
Dice Laura Mintegi que cuando proclamó en el Parlamento que la violencia de ETA tenía un origen y sentido políticos se situaba sólo en el «contexto de explicación» de un hecho histórico, y no en el «contexto de justificación» de ese mismo hecho. Dice que ella sólo estaba explicando objetivamente un acontecimiento histórico, no estaba justificándolo ni perdonándolo. Y en principio, qué duda cabe, es una distinción totalmente correcta: una cosa es explicar racionalmente el acaecimiento de un hecho y otra muy distinta es enjuiciar moralmente ese mismo hecho. Así que un aplauso para la capacidad dialéctica de la señora Mintegi.
Ahora bien, también sucede que la cuestión implicada por el uso de esta distinción no es tan sencilla ni simple como ella pretende. Por una sencilla razón: porque su afirmación se produjo en un ámbito muy concreto, es decir, en el seno de una conversación humana (política) acerca de ETA. Ese es el contexto hermenéutico que otorga sentido y permite comprender la afirmación de Laura Mintegi, porque implica que, cuando se hablaba de ETA, ella recurrió de inmediato a una explicación objetiva de su existencia y actuación pero, mediante tal recurso, se negó implícitamente a entrar en el terreno de la justificación o condena moral de ese hecho. De manera que utilizó el recurso al «contexto de explicación» para no tener que entrar en el «contexto de (in)justificación», lo cual constituye uno de los trucos dialécticos más fáciles y baratos de nuestra época y de nuestra sociedad vascas ante la realidad de la violencia. «Tout comprendre, c’est tout pardonner», sería la cita obligada en este caso, aunque Laura Mintegi la transformase en «explico todo, no juzgo nada». Limitarse a explicar es una manera de justificar. Más inteligente y taimada, eso sí, pero no menos obscena.