Hilo de mayo 2013 para nuevas discusiones sobre nacionalismo catalán

Buena idea. Intentaré organizarme.

Una de las grandes conquistas de la sociedad liberal fue la del divorcio. El mantenimiento forzado del vínculo terminaba siempre en el desastre para uno o para los dos involucrados, y generalmente quien salía peor parado era el lado más débil (la mujer). Sin embargo, no estuvo completa hasta que se resolvió permitir que la disolución matrimonial fuera posible por la sola petición de una de las partes, ya que la realidad demostraba que generalmente uno de los cónyuges quería separarse pero el otro no, cualesquiera que fueran las causas invocadas. Lo mismo sucede con los estados. Hasta ahora y en general, la única forma de que un territorio (pueblo, nación) logre la independencia ha sido por la violencia, ya que se encuentra con la determinación contraria del resto del estado. El mantenimiento de una vinculación no deseada por una de las partes indefectiblemente va creando inquinas, odios, desprecios, y en todos los casos la violencia ha sido particularmente extrema y sangrienta, y quienquiera que fuera el ganador implicó también que esos odios se extendieran mucho más allá del proceso. España perdió un imperio de esa forma, por no saber crear una comunidad de naciones que, si bien fueran independientes, mantuvieran contactos culturales y económicos que fueran propicios para todas las partes. Sin embargo, parecería que los españoles no han aprendido de su historia, y tampoco han tenido estadistas que vieran lo que estaba ocurriendo y tomaran las medidas para impedirlo. Permitieron que un grupo de catalanes fuera creando una situación de inquina independentista y que se perdieran los referentes de nacionalidad española, especialmente la lengua y la educación de las nuevas generaciones. Esa situación desgraciada ya está creada. El retrasar una decisión clara y definitiva solamente la empeorará. Creo que habría que aprovechar este momento para poner nuevos cimientos al estado español, y ello pasa por: 1) Definir una lengua y una educación obligatoria y común para todo el estado, con pautas centralizadas. 2) Permitir la decisión al respecto de cada una las autonomías (incluso a nivel de provincias), por sí mismas e individualmente: quienes acepten estas condiciones, que se queden y las acaten, y quienes no, que se vayan, con todas las consecuencias que esto implique. De esa forma, quedaría superada esta instancia que no viene bien a nadie y que provoca desconfianza económica y política en el futuro del país.

La metáfora del divorcio no tiene ningún sentido. La relación de Cataluña y España no es un ayuntamiento entre dos entidades del mismo nivel. Si se recurre a metáforas familiares habría que decir que Cataluña es un hijo del Estado español y de la nación española y que es hermana de las demás regiones. Ahora exigen algunos que Cataluña no sea hijo de sus padres ni hermano de sus hermanos. Y quieren irse destruyendo la sociedad familiar y llevándose un buen tajo del patrimonio de la casa. Eso no es un "divorcio" ni puede serlo. De ahí el potencial destructivo y movilizador de odios de semajantes iniciativas. Porque el caínita o el parricida, podrá odiar su origen y sus vínculos, pero no deja por ello de ser "hermano de" o "hijo de". Puedes romper de mala manera con tu padres y tus hermanos, pero no divorciarte por las buenas.

Sefuela: Como he comentado antes en varios lugares, uno de los grandes problemas de España es que no cuenta con verdaderos estadistas, ni los ha tenido en muchísimos años. Probablemente, esa carencia se encuentra en el mismo corazón del pueblo español, que los mata antes de nacer.

Pena que no entren oyes

Hoy hemos vuelto a intentarlo, pero han salido con ideas de otros y páginas ya montadas con el discurso que les han vendido. Voy a hacer entre hoy y mañana el último intento por saber si son capaces de pensar pro sí mismos y razonar dos frases seguidas. Ya que no proponen, les propongo yo. Tema 1- Hablemos del "derecho a decidir". Para acotar vamos a suponer que lo que se va a decidir es que un grupo de personas se separen de un estado constituido y soberano. Una parte del territorio del Estado anterior constituiría el territorio del nuevo estado. ¿Quién tiene derecho a decidir sobre esto y por qué?

Octavio: No tengo que demostrar que estén mejor separados que juntos, porque eso es imposible, además de innecesario. Lo que importa en realidad es no mantener esta situación ad eternum... porque no se mantendrá. Es un estado inestable que, dejado por sí mismo, solamente variará para peor. La inacción no resuelve problemas, aunque Rajoy crea lo contrario. El sentimiento y la presión separatista continuará creciendo en Cataluña, a menos que se coja al toro por los cuernos. Si se continúa así, tarde o temprano habrá separación, por las buenas o por las malas. Pero un plebiscito de separación sería una válvula que eliminaría la presión. Enfrentados a una decisión en serio, los catalanes lo pensarían muy bien... y el resto de España podría "ayudarlos" a que pensaran las consecuencias. En un par de años (tiempo mínimo de preparación del plebiscito) la situación cambiaría, y se podrían preparar normas en serio para la educación y para el idioma, estableciendo la condición vehicular única del español (para eliminar problemas futuros). Sería la condición para que se quedaran... y creo que la aceptarían, excepto los más recalcitrantes. Y ellos serían minoría.

Por supuesto, Octavio. Una enmienda constitucional que definiera los puntos que he mencionado (posibilidad de plebiscito de secesión, lengua vehicular, educación básica uniforme) a la que se debería agregar un sistema electoral verdaderamente proporcional y la posibilidad de iniciativa popular para cualquier enmienda (con ratificación popular obligatoria para las enmiendas parlamentarias), sería inútil (y democráticamente impensable y sin valor alguno) sin la validación de toda la ciudadanía española.