El absurdo de "salvar" el vascuence.
Es muy raro oír hablar en vascuence, por ejemplo en el área del gran Bilbao. Que debe de ser como el 40 o el 50% de la población de Vasquilandia. Pero muy ocasionalmente sí se oye. Lo más fácil, a una mamá dando la tabarra a un niño que con sus amigos habla en puto español. Y ese vascuence es … cómo decir … como si fuera castellano con palabras mayormente incomprensibles. Un lunfardo. Para cualquiera que haya oído hablar vascuence de verdad, en un pueblo sin euskaldunberris, musicalmente no le parece el mismo idioma.
Antes no es algo en lo que me fijara, ni que me importara. Pero desde que dan tanto por saco con el vascuence, y me dio por hacer alguna estadística de lo que se habla en Bilbao [–>], me fijo sin querer. Es como un piloto automático. Y, muy muy ocasionalmente oigo un idioma que reconozco inmediatamente de cuando la infancia. -Tú hablas vascuence del de verdad-, le pregunto si tengo ocasión. Y nunca falla. No es que hayan saltado las alarmas que tenía desarrolladas para hacer la estadística.Es otra cosa distinta. Es una música diferente, tocada con instrumentos diferentes. El viejo idioma de siempre.
Entonces lo piensas. ¿Cómo funcionaba esa alarma para hacer la estadística? Para idiomas extanjeros es obvio: sonidos impropios del español. Y te das cuenta; el neo-vascuence, al contrario que el vascuence, no tiene sonidos distintos. Solo tiene palabras no comprensibles. Es exactamente la misma música, y los mismos instrumentos, con otras palabras. Y te hace la misma gracia que Ánsar hablando inglés.
En el siguiente vídeo explican lo que hacen los niños antes de soltarse a hablar. Hasta los seis meses, sus cerebros se dedican a la estadística musical lingüística. Necesitan saber cuáles son los sonidos propios de su idioma (el de su madre y su casa, no el que dicten los nazionatas). Y se los quedan, para reconocerlos, descartando todos los que no son propios.
A los ocho meses, el cachorro ya tiene la estadística. Se ve un ejemplo en el dibujo.Sabe cuáles son los sonidos de su habla, y sabe que todos los demás son para olvidar, para no reconocer, y para no saber pronunciar.
Supongo que los totalitarios de las lenguas lo conocen de sobra. De ahí las campañas que se ven -siempre hay alguna campaña con la puta neo-lengua-, para empezar con el porsaco desde la cuna. Ositos que les hablen en vascuence a los niños, discos con canciones para que los oigan antes de saber hablar, todas las paridas que se les ocurren para intentar que los euskaldumberris no suenen a hispanoparlantes hablando swahuili. Y tan perfectamente inútiles como el resto de los denodados esfuerzos -y gastos- al que tienen sometido a este pueblo de borregos. El vídeo de arriba, al parecer lo último en esa investigación, lo explica sin lugar a la duda. Los niños, en sus estadísticas, tienen una orden tajante. No cuentan los sonidos del tocadiscos, ni del muñeco idiota, ni siquiera los del vídeo con personajes humanos. Tampoco los del perro, el gato, ni el marica del hamster. Solo cuentan los de humanos que te tocan, reaccionan si les miras, y esas cosas. Los euskaldunberris van a seguir sin sonar a vascuence, por los siglos de los siglos. Sus "sonidos propios" van a seguir siendo los de la lengua que tienen los huevos de llamar "no propia". Y al final, por puros números y mezcolanza del personal, el vascuence no será vascuence. Tampoco es un drama; tenía que haber pasado hace siglos.
Total, que nos dedicamos a un gasto y esfuerzo increíble, con todas sus disfunciones, sus absurdos y la falta de competitividad que representan. Médicos que te matan en vascuence batúa y tal. Para salvar algo que ni siquiera va a ser jamás vascuence. No sé, en España muy faltos de imbecilidades no andamos, pero yo propondría esta para el Guinness Book of Records. Sería como "salvar" el castellano, a quien se le ocurriera semejante majadería, pero conservarlo en una versión con sonido de lapón. La pera.
Aunque queda otra. Capaces son. Poner en cada familia una Komisaria Lingüística del Euskera para los bebés. Y de ahí, durante toda la infancia, para no perder. Por supuesto, obligatoria la comisaria; sea por ley, o por "presión popular". Y de paso podría hacer de espía de corrección política y nacional. Un montón de gasto más, y para "los nuestros". Los etarras lo bordarían. Y podrían asegurar que se han reconvertido. De asesinos, a añas. Dirían.