¿Borregos, o no? ¿Vamos a darnos por enterados de que Snowden existe, o preferimos seguir silbando?
Y ahora, el problema es el de siempre. Sí, estás de acuerdo en que es peligroso. Sí, te parece muy mal. Pero tú, pipiolo aislado y perdido en el océano de la humanidad, ¿qué podrías hacer en contra? Si todos los partidos están a favor, y los pocos que no son de tipo antisistema y pro Gulag, no parece que haya nada que se pueda hacer, ¿no? Pues sí, si hay.
Es un espionaje bastante especial. No están vigilando la vía pública, o no solo. Están haciendo algo parecido a meterse en tu casa, y puedes cerrar la puerta. Se meten en los servidores de empresas con las que tienes, o contratos, o en todo caso una relación de confianza bastante parecida a un contrato en que el servicio no se paga con dinero, sino con exposición a publicidad. Y de esas empresas ya sabemos algunos nombres, con los que se puede empezar a hacer algo. Google, Facebook, Apple, Microsoft. Que tienen sus puertas abiertas para los Obamas, y son las puertas que conducen a tus datos. Tu vida.
No, no te pongas a sudar. Nadie está sugiriendo heroicidades. No tendría sentido que tires por la ventana tu iPhone, o de que cambies de arriba a abajo la estructura informática de tu empresa. Se trata de algo tan simple como que si tienes alternativas entre elegir un producto obamizado, o uno que no lo está, esa diferencia tenga su peso en tu decisión. Y algo tan sencillo y poco doloroso (para ti) como eso, puede perfectamente hacer cambiar el mundo. Es una de las gracias del capitalismo, tan denostado. Que el comprador compra -o no compra- voluntariamente.
Por ejemplo, en España, donde somos tan anticapitalistas y progres, también somos un poco borreguitos. Vicente va donde va la gente, y si la gente usa Google como herramienta para búsquedas en internet, entonces el 95,3% de los Vicentes hacen lo mismo, consiguiendo algo parecido al récord mundial de borreguismo.
La web que produce los datos se llama Statcounter.com, y llegas con un clic en la imagen.
Aquí alguien podría decir que, total, todos los buscadores harán lo mismo, y que es inútil cambiar. Pero no es inútil. Darle una patada en la espinilla al más grande es hacer lo que más duele. Alguien espabilará para hacer un buscador que de alguna forma te convenza de que no espía. ¿Espabilará? ¡No, ya ha espabilado! Solo que no lo veíamos, porque todavía no nos había puesto Snowden ante el problema.
Clic.
¿Es verdad que se consiguen búsquedas anónimas? Todavía no lo sé. Eso dicen. Ya lo contaré. Pero mientras tanto, y por mi parte, que les den por saco a Google y a Bing, y a la madre que los parió. Que aprendan. Si lo hiciera mucha gente, aprenderían de cojones. Sobre todo Google. Podrías hacer que cierre. Se llama capitalismo, mira tú por dónde.
Otro día, hablamos de navegadores.