Manning
Bradley Manning es un tema del que nunca he querido enterarme. No es que lo esquivara, pero tampoco miraba. Supongo que intuía que era un problema maldito. Imposible, vaya. Me gustan los informantes de las guarradas de los gobiernos. No me gustan los traidores, y mucho menos si ponen en peligro a sus compañeros. En las guerras ocurren salvajadas. Siempre. Y es mucho mejor controlarlas, en lo posible. Pero no hay forma de controlarlas sin castigar la salvajada. Y entonces tu ejército, y tu país, quedan muy mal. Y encima bajas la moral de las tropas, subiendo la del enemigo. ¿Qué hacemos? ¿Condenar a Mannig a cadena perpetua, por traición y por ayudar al enemigo, para que cunda el ejemplo y no haya más casos?
La primera filtración que hizo Manning, y la más conocida, es un vídeo grabado por un helicóptero Apache, en una de sus acciones. Se llama Colateral Murder, y recomiendo no verlo. Demasiado fuerte. Pero ahí está [-->].
La agencia Reuters llevaba tiempo pidiendo la grabación al ejército, a través de una acción de la Ley de Libertad de Información (FOI act). Había dos periodistas suyos entre los que cayeron en la acción. La investigación dictaminó que no pasó nada especial, ni nadie es digno de reprimenda. Los cojones.
El problema, y ya sabía yo que este era un caso maldito, es que de ningún modo la eventual condena que le caiga a Manning, así fuera el fusilamiento, iba a impedir un nuevo Manning. Es increíble. Un tipo al que no creo que le falte ninguna de las características en las que puedes pensar como filtro para evitar problemas en un sistema de seguridad. Es como si llevara una colección con todas ellas, en un intento de conseguir un Guinness Record. Premio de honor mundial a la mayor cagada de selección de personal de análisis de información confidencial.
La foto viene de su entrada en Wikipedia, a la que se llega con un clic, y de la que tomo toda la info.
Un chico listo, con habilidad para las ciencias y la informática. Con un historial infantil de abandono familiar, inevitable por una madre alcohólica y un padre que no puede evitar viajar todo el rato. Divorcio, y con la madre a su Gales natal. El alcoholismo hace las cosas imposibles, y lo mandan de vuelta donde el padre, con su nueva mujer y un hijo del matrimonio anterior. Más problemas, y lo reubican en casa de un tío paterno.
En todas las escuelas por las que fue botando, siempre era el blanco de la agresividad de sus compañeros. Enclenque, estrafalario, extraordinariamente obstinado, muy politizado, inteligente, muy racional, se lleva todas las bromas y putadas. Se añaden problemas de identidad sexual. Si esto es poco, en Gales además se reían de su acento. Vamos, la receta perfecta para fabricar un justiciero no muy en sus cabales.
En el ejército, después de seis semanas de entrenamiento, fue rechazado. Un compañero le contó al Guardian cómo era:
El chico apenas medía cinco pies ... Era un enano, caña para él. Estaba chiflado, más caña. Era un maricón, caña de nuevo. Le daban por todas partes. No podía gustarle a nadie.
Pero respondía, debe de ser bravo.
Al final, revocaron su expulsión, lo admitieron, y lo colocaron de analista de inteligencia, con nivel de acceso a información TS/SCI (Top Secret/Sensitive Compartmented Information). Se enrolló en el mundillo hacker de la zona de su cuartel. Y le tuvieron que reprender por colgar vídeos en Facebook, contando las interioridades del "Servicio de Infomación Compartimentada" del que formaba parte. También tuvo problemas afectivos, y le mandaron a un consejero de salud mental del ejército.
Después le mandaron a Irak. Aunque dos superiores discutieron la conveniencia de ponerlo en una zona de guerra, porque veían que Manning "suponía un riesgo para así mismo, y posiblemente para otros", la escasez de buenos analistas de inteligencia hizo que se prescindiera de su consejo.
Al mes de llegar, le ascendieron el nivel de acceso a secretos. Y contactó con un consejero de género en Estados Unidos, con el que habló sobre operaciones de cambio de sexo. Después, el consejero le contaría a un periodista del New York Magazine, que era evidente que Manning estaba en crisis. En parte por su identidad sexual, pero también porque se oponía al tipo de guerra en la que se veía envuelto.
A los dos meses de llegar tuvo un ataque de nervios, y tiró una mesa por los aires y un ordenador al suelo en una sala de conferencias, cuando le quitaron el día semanal de permiso por llegar siempre tarde. No se calmó hasta que no consiguieron sujetarle los brazos. Varios testigos opinan que deberían de haberle retirado el acceso a material sensible en ese mismo momento. Al mes siguiente empezó a contar en Facebook que se sentía solo y sin esperanza.
A los seis meses, en una visita de vacaciones en USA, empezó a vestirse de mujer, y a contar en los círculos de hackers que filtraba información de la guerra. Y nada más volver, empezó a tener incidentes de todo tipo en el cuartel, en una especie de crisis nerviosa sin control. Y empezó a decir a gente por email que él era la fuente del vídeo "Collateral Murder". Fue detenido en dos días.
Ya sospechaba yo que era un problema maldito. ¿Quien tiene la culpa, Manning, o el que le ha puesto ahí a Manning? El juicio en la corte militar empezó el 3 de junio, y la acusación más grave es la de "ayuda al enemigo". Presentan pruebas del tipo de vídeos de Al-Qaeda en los que instan a sus seguidores a estudiar el material de Manning en Wikileaks antes de cometer los atentados. En Wikipedia no veo pruebas más serias. Y, en todo caso, es completamente igual lo que resulte del juicio, de cara a frenar al siguiente Manning. Manning es un pobre perturbado sin control y un suicida (metafóricamente). No le importa nada lo que le pase; sus impulsos vienen de otra zona. Y fue él con sus actos el que hizo que le detengan - no tiene un pelo de tonto.
Mejor sería que se acostumbren en el gobierno USA a que va a haber más Mannings, y más Snowdens. Necesitan a la gente de esa cultura, digamos hacker, para hacer sus guarradas informáticas. Pero es una cultura que se basa en que no hay secretos imposibles, ni secretos buenos. Pueden encarcelar y perseguir a cuantos chavales ex-empleados suyos quieran, que eso no cambia una cultura. También podrían, un poner, dejar de hacer espionaje masivo "por si un día me es de utilidad", y no dejar que los "Collateral Murder" queden impunes.
¿Tú que opinas?