¿Salvar el catalán (o cualquier lengua), por qué?
Sigo con mis discusiones con los nacionatas catalanes [–>].
JJGD
¿Bajo que premisa no pueden coexistir el castellano y el catalán en el espacio geográfico llamado Cataluña?Yo no veo que oficialmente ninguno de los dos grupos en cuestión sostenga esa premisa. Y cambiaría la pregunta. ¿Bajo que premisa deben de coexistir, obligatoriamente, y en igualdad de condiciones? Porque unos están defendiendo una discriminación positiva, para "salvar" (o respetar, o el cuento que sea) el catalán, y otros defienden esa no discriminación, por ser discriminación y por motivos fundamentalmente prácticos.
Para mi el problema de los que no quieren discriminación positiva e imposición es aceptar la mayor. Que se debe “salvar” el catalán. Bilingüismo y coexistencia como bienes supremos. Porque una vez aceptado ese mandato divino, está a huevo concluir que “salvar el catalán” consiste en evitar que se reduzca a un ámbito privado cada vez más reducido. Y de ahí se llega necesariamente a que la única forma de conseguirlo es con inmersión e imposición, por tierra mar y aire.
Pero la “salvación” de una lengua es que tenga hablantes. Y solo tendrá hablantes a largo plazo si tiene una función. Si todo el mundo en Cataluña sabe castellano, y pongamos la mitad sabe, además, el catalán, el catalán no tiene una función de comunicación. Puede tener una función de costumbre, cariño y comodidad para esa mitad. Pero por la dinámica normal de matrimonios mixtos, esa mitad se va reduciendo inevitablemente.
Así que realmente no estamos discutiendo si deben coexistir, si el bilingüismo es guay, si todos los ámbitos deben ser bilingües y equilibrados, ni vainas. Estamos discutiendo si es aceptable, y razonable, “salvar el catalán”, en vez de que sea lo que sus hablantes quieran. Con lo que implica: Obligación para todos, esfuerzo evitable, inmersion, discriminación, mala educación, pérdida de mercados (mercancías, servicios y laboral), ciudadanos de segunda (no “originales”, etc), xenofobia, dinero a espuertas, y sociedad aborregada por mil campañas de aleccionamiento.
Pero los que se resisten a la imposición lo hacen acomplejados, y sin la menor posibilidad de éxito. Precisamente por no discutir la clave. La salvación del catalán. No se atreven ni por asomo a decir la realidad: Señores, el catalán es una lengua muy bonita, al tiempo que manifiestamente innecesaria, y no es nuestro porblema que se salve o no se salve. Como el de ninguna lengua. El problema es suyo, de aquellos de sus hablantes que la quieran “salvar”. Y nos parecen muy bien todas sus actividades en pro de su afición, y hasta cierto nivel de gasto público para ayudarles. Siempre que no nos afecten demasiado a los demás. A mi me gustan las castañuelas, instrumento musical en franco declive. Quisiera “salvar las castañuelas”. Pero no se me ocurre ponerme a obligarles a los demás a tocarlas. Porque es mi problema, no el suyo.
Los salvadores del catalán van a pasitos. No les queda más remedio. Son los pasos que tienen que dar para conseguir su objetivo, y los dan. Pero nunca avisan del siguiente paso (aunque hay que ser bien torpe para no verlo).
1. Introducir el vernáculo en la educación, con la disculpa (razonable) de la enseñanza en lengua materna. 2. Introducirlo en la administración, con la disculpa (no tan razonable, pero algo) de no discriminar al vernáculo-parlante. 3. Hacerlo idioma exclusivo en esos dos ámbitos, con la disculpa (inaceptable) de corregir desequilibrios.
¿Y cuando no haya "desequilibrios", y todo el mundo hable por igual las dos lenguas, pararán? ¡De ningún modo! No le habrán buscado todavía una función al catalán. Ninguna sociedad necesita dos lenguas, y el español da más oportunidades. Así que quedan más pasos.4. Conseguir que una parte creciente de la población no aprenda español. 5. Crear un ambiente social en contra del uso del español, con la disculpa (directamente fascista) de que "nos agrede", y usarlo en Cataluña es "atacar al catalán".
Así, por fin, el catalán estará salvado. Porque tendrá una función no artificial, en la medida en que haya un número suficiente que no lo hable.Y volvemos al principio. La pregunta de … ¿bajo que premisa no pueden coexistir el castellano y el catalán en el espacio geográfico llamado Cataluña? … no es la pregunta adecuada. La pregunta correcta es: ¿Bajo qué premisa voy a aceptar y a participar en esa puta locura?
Creo que ya lo he puesto antes, pero nunca está de más. Manuel I Cabezas quiere argumentos, y otros interlocutores. Por qué no editar esto, y repartirlo por todas las calles de Cataluña (Y Galicia y Vasquilandia)? Y tres meses después de que se hayan gastado, volverlo a hacer. Hasta que la gente empiece a perder el temor reverencial por el linguo-fascio.
Nota: Los nacionalistas vascos estudiaron mucho el caso del hebreo en Israel. Y decidieron que sería posible implantar (o reimplantar si se quiere) el vascuence. No se dieron cuenta de que el hebreo (o la lengua común que decidieran) ya tenía una función antes de empezar. No se entendían si una lengua común. Pero ese no es nuestro caso. Y una función artificial (con mucho esfuerzo e imposición - violencia) debería mantenerse siempre que no haya una función natural. Si no, todo es para nada. ¿Me quieren contar como se puede conseguir esa función sin erradicar sustancialmente el español? Y en su caso, ¿me pueden contar cual sería la ventaja de hacer una majadería como esa?