Los pobres catalanes identi-maníacos están infiltrados. Eso suele creer el paranoico.
Era inevitable. No soy psicólogo ni psyco-cosa alguna, pero esta estaba a huevo. No puedes pasarte el día yendo de ser superior y mirando al resto por encima del hombro, pero al mismo tiempo no parar de llorar … ¡porque los inferiores te dominan y putean! Cualquier esquema cognitivo marca: superior = puteador; inferior = puteado. Vaya, que es la definición de superior. Y de un disonancia cognitiva mantenida con tal furor solo puede salir una psiocopatía. Con la paranoia de candidato nº1.
Dentro de los diferentes tipos de enfermos mentales a los que en el lenguaje coloquial se denomina «locos», existe un grupo caracterizado por presentar como único trastorno importante ideas delirantes (ideas falsas, sobrevenidas patológicamente e irreductibles por la argumentación lógica). En la historia de la psiquiatría se ha ido llamando de diferente modo a estos enfermos, desde las anacrónicas denominaciones de «locos razonadores», «monomaniacos», etc., hasta la de paranoicos, actualmente en uso. En los viejos tratados se solía poner como ejemplo a Don Quijote, que, fuera de su delirio de caballería andante, razonaba con gran discreción.
Esta alteración psíquica puede tener distintos niveles de gravedad; si es leve se habla de trastornos paranoides, o síndrome paranoide, y si es grave y crónico de paranoia.
La paranoia típica es de comienzo lento, insidioso sobre una personalidad paranoide (que luego describiremos) y forma un delirio crónico, sistematizado, no modificable por la argumentación lógica y que se relaciona con las vivencias del sujeto, conservando éste íntegras la inteligencia, la memoria, la lucidez y la capacidad de juicio y raciocinio; siempre que no se trate de su tema delirante.
Las ideas delirantes del paranoico tienen la característica de ser «sistematizadas»; su delirio forma un todo coherente, compacto, intentando el enfermo, que conserva su capacidad de argumentación y aspecto normal, dar una apariencia lógica y una explicación racional de sus ideas delirantes más injustificadas. Como las ideas (de celos, grandeza o persecución) «pudieran ser verdad», si el observador no está informado, puede creer que lo que el paciente afirma corresponde a la realidad. [-->]
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Creo que, además, lloran mucho porque dicen que los "españoles" les hacen boicot a sus productos. Porque son malos, malos, malos. Véase: Me temo que una paranoia que desarrolla una "teoría de la infiltración" solo puede acabar en una persecución inacabable de "infiltrados". Porque cada fracaso o disfunción del nuevo juguete será achacado a "infiltrados". Ese es el objetivo de la teoría. Pero como siempre hay fracasos y disfunciones, y más en los juguetes nuevos, la persecución de "infiltrados" no acabará nunca. Apuesto a que los del oasis van a inventar un paraíso. Como de Dante, o así.Bueno, siempre hemos sabido que por lo menos va a ser entretenido. Hay que ir reservando asiento, y palomitas.