La re (je,je) neración de UPyD, en números.
Esquema del chiringuito político, descrito por Carlos Martínez Gorriarán … antes de montar su propio chiringuito.
Es cierto que los estatutos de los partidos garantizan muchos derechos a los militantes e imponen numerosas limitaciones a los cargos, pero la inexistencia de competencia interna en forma de oposición reconocida, y la coincidencia de las funciones de juez y parte en los mismos círculos de poder, suelen dejarlas en nada. Todos los esfuerzos se dirigen a reforzar el monolitismo y a excluir a los disidentes, prioridad que a la larga redunda en el empobrecimiento intelectual de los cargos partidarios, cooptados entre la afiliación más sumisa y más ansiosa de disfrutar la carrera política que sólo el partido -el aparato- puede darle. Por eso la disparidad pública se entiende como una muestra dramática de división, nunca de un pluralismo no deseado, y por lo mismo se procura evitar que en los congresos del partido se presenten dos o más candidaturas a los órganos de gobierno. De ocurrir, la minoría derrotada sabe que tiene los días contados. Y es ese leviatán demoledor, irrespetuoso con las minorías, cerrado a la sociedad e impermeable a la argumentación de ideas, quien está llamado a gobernar una sociedad que pretendemos abierta, pluralista y basada en la rivalidad permanente entre ideas, grupos e intereses muy diversos, legítimos o no.
UPyD ha tenido dos congresos en su corta existencia. Uno muy reciente.En 2009, votaron 1.749 afiliados, de ellos 332 en contra de Rosa Díez. A favor, 1.417.
En 2013 no había posibilidad de votar nada más que Rosa Díez, y lo hicieron 1.210.
Todos los esfuerzos se dirigen a reforzar el monolitismo y a excluir a los disidentes, prioridad que a la larga redunda en el empobrecimiento intelectual de los cargos partidarios, cooptados entre la afiliación más sumisa y más ansiosa de disfrutar la carrera políticaInmediatamente tras el congreso de 2009 fueron expulsados del partido tanto el que encabezaba la candidatura crítica -que solo proponía limpieza y democracia interna- como buena parte de sus compañeros de candidatura y apoyos conocidos. Meses antes del congreso ya habían sido explulsados otros miembros notables del partido que habían osado criticar algunos aspectos de la dirección que se llevaba. Y antes del congreso de 2013 también han sido expulsados dirigentes clave, que han osado criticar "cosas internas". Expulsados aunque sea temporalmente, para que no puedan participar. Y sanedrines locales descabalgados desde madrid, etc. El que quiera nombres, que los pida.
Y es ese leviatán demoledor, irrespetuoso con las minorías, cerrado a la sociedad e impermeable a la argumentación de ideas, quien está llamado a gobernar una sociedad que pretendemos abierta, pluralista y basada en la rivalidad permanente entre ideas, grupos e intereses muy diversos, legítimos o no.
¿Y cómo se supone que ocurre en UPyD el sano ejercicio del contraste y -sí- lucha de ideas y soluciones? ¿En el grupito cerrado que se esconde bajo la falda protectora de la madre superiora - en forma de candidatura colectiva bloqueada a cal y canto? Los tipos que más poder tienen en UPyD después de Rosa Díez nunca han sido votados por los afiliados. Los que van en las listas en las elecciones, básicamente tampoco. No sé si hay alguna excepción. Y es sencillamente grotesca la idea de que el sistema de congreso proporcione la menor oportunidad de siquiera leer las enmiendas que ha pasado el corte de la dirección, antes de votarlas. De digerirlas y discutirlas, ni hablemos.
Si hubiera un mínimo de debate real, no quiere decir necesariamente que el líder mayestático tenga que ser descabalgado para que otras ideas puedan prosperar. Bastaría con que Diosa adopte las propuestas -aunque sean de otros- que ve que tienen éxito y posibilidades. Del contraste suele salir lo que mejor funciona. Pero no es esa la idea de la razón de ser de un partido político, ni para Lorito, ni para Napoleón. A pesar de "La democracia en los partidos" y todos esos engaños del principio.
Por eso la disparidad pública se entiende como una muestra dramática de división, nunca de un pluralismo no deseado, y por lo mismo se procura evitar que en los congresos del partido se presenten dos o más candidaturas a los órganos de gobierno.En este lo han conseguido. Por fin, pleno al cien. Lo que no se entiende muy bien es cómo pueden tener el morro de llamarle a eso "una política diferente", y cómo consiguen que no haya centenares de muertos de la risa al oírlo. Re (je,je) neración, y tal.
Una pregunta un poco perversa sería la duda de si estamos ante un partido de masas, o un partido de cuadros. Porque la única respuesta es que estamos ante un partido … ¡de Rosa Díez!
Fuentes de los datos:
Actualización enviada por Luis Bouza-Brey.